El superávit comercial de marzo fue de 2059 millones de dólares, el saldo positivo más elevado desde septiembre de 2021, según informó este jueves Indec. Este resultado superó las expectativas de los analistas, que proyectaban un superávit de 1280 millones, y dan pistas sobre la recesión brutal que enfrenta la economía argentina. Gran parte del superávit se explica por el derrumbe de las importaciones.
En detalle, el Indec informó que las exportaciones totalizaron 6394 millones, 11,5 por ciento más que en marzo de 2023, mientras que las importaciones sumaron 4335 millones, con una caída del 36,7 por ciento interanual. De esta manera, la economía argentina acumula cuatro meses consecutivos de superávit comercial, con un total de 5271 millones desde la asunción del presidente Javier Milei el pasado 10 de diciembre.
El desplome de las importaciones evidencia la delicada situación económica que atraviesa el país, con una elevada inflación, mientras que la devaluación del tipo de cambio implementada por el gobierno de Milei impulsó las exportaciones, principalmente de productos agropecuarios.
Juan Massot, director del Instituto de investigación en ciencias económicas y empresariales de la Universidad del Salvador, señaló que el buen nivel del saldo comercial se debe al efecto de la recesión, las compras anticipadas que redujeron las importaciones y el ingreso de una cosecha de granos más generosa.
Si bien se proyecta que en abril las exportaciones continúen creciendo y las importaciones se mantengan estables, arrojando un superávit superior a los 2000 millones de dólares, persisten incertidumbres sobre la evolución de ambas variables en el transcurso del año.
En el detalle de las importaciones ,el Indec mostró que las importaciones bajaron en marzo a 4355 millones de dólares, es decir 2510 millones de dólares menos respecto del mismo mes del año previo. Esto fue equivalente a una baja del 36,7 por ciento y se explicó por un retroceso del 6,9 por ciento en precios y del 32,1 por ciento en cantidades. Este último dato es el que permite observar el nivel de colapso de la actividad económica, que se concentra principalmente en el consumo y la producción industrial.
El rubro más golpeado de las importaciones fue el de combustibles y lubricantes, que se derrumbó un 76,6 por ciento, con una disminución de 432 millones de dólares. El Indec explicó que "esta caída se debió a una reducción del 77,8 por ciento en las cantidades importadas, ya que los precios subieron 5,3 por ciento. Dentro de esta categoría, la que más decreció fue "combustibles y lubricantes elaborados", con una merma equivalente a los 364 millones de dólares.
En el informe del Indec también figuró el resultado el superávit de marzo de los principales productos y subproductos derivados del cultivo de la soja (porotos de soja, excluidos para siembra; aceite de soja en bruto; harina y pellets de la extracción del aceite de soja; y biodiésel y sus mezclas, entre otros), el cual se ubicó en 799 millones de dólares. Se trata de una cifra que representa un aumento de 781 millones respecto al mismo período del año anterior, y se explica en buena medida por la devaluación de Milei al inicio de su gestión.
En el informe se mencionó además que en el sector automotriz, las exportaciones netas tuvieron un saldo negativo de 277 millones de dólares. Por su parte, el resultado comercial de los combustibles, aceites y ceras minerales y otros reflejaron un saldo positivo de US$ 581 millones de dólares.