Hará falta mucha diplomacia para recomponer el vínculo entre Javier Milei y el presidente de Brasil, Ignacio Lula Da Silva. Fuentes del Palacio del Planalto confirmaron a este diario que la intención es mantener una "relación amistosa" en términos institucionales, pero que a nivel presidencial no hay ninguna chance de un encuentro en el corto plazo, tal como lo pidió Milei a través de una carta que llevó personalmente esta semana hasta San Pablo la canciller Diana Mondino.
Según pudo saber Página/12, Lula --que se sintió agraviado "personalmente" por los insultos que le propinó el Presidente argentino durante la campaña-- podría recibirlo para la foto hipotéticamente recién en el marco del G-20, en noviembre de este año, pero a cara de perro. Sobre todo porque en los más altos de niveles de la diplomacia brasileña crece el temor a que Milei abandone intempestivamente los espacios multilaterales, como el Mercosur.
En ese contexto, Mondino se reunió con el vicepresidente Geraldo Alckmin y con empresarios de San Pablo, en un marco de pragmatismo en los negocios que es histórico en la relación entre ambos países. De todos modos, en Brasil no tuvo eco su pedido de "modernizar" el Mercosur. En Brasil, por ahora, son excépticos respecto "cambios significativos en la relación comercial".