El Ministerio de Seguridad continúa con la caza de tuiteros que considera un peligro para la seguridad presidencial. Esta vez le tocó a un joven de 20 años que vive en José León Suarez, es hincha de Chacarita y hace más de una año escribió en su cuenta una frase de una canción de cancha que fue entendida como una amenaza de muerte: “Macri te vamos a matar, no te va a salvar ni la federal”. Con apenas dos retuits y un me gusta, el chico que la vara de Patricia Bullrich midió como presunto terrorista fue apresado durante un día y ahora tiene una causa penal en su contra. “Yo no quiero matar a nadie, menos al Presidente”, contó esta mañana el joven acusado.
Desde la cartera que conduce Bullrich comunicaron la detención del tuitero como una proeza. “La Policía Federal trabajó intensamente hasta identificar el domicilio del responsable, en José León Suarez, provincia de Buenos Aires”, dijeron en un comunicado, el viernes pasado, después del operativo. “No vamos a permitir que nadie genere miedo o incertidumbre. Aquellos que cometan amenazas o intimidaciones no quedarán impunes: vamos a trabajar para que rindan cuentas ante la Justicia”, justificaron el operativo en la casa del acusado.
Nicolás Lucero tiene 20 años y el jueves pasado cuando llegó a su casa se encontró con un allanamiento de la policía. Volvía de una entrevista de trabajo y la explicación que le dieron los efectivos lo sorprendió: lo buscaban por ser autor de una amenaza de muerte al Presidente.
El 16 de agosto del año pasado el joven había tuiteado en su cuenta una canción de la hinchada de Chacarita, que incluía la supuesta amenaza. “Si ves mi cuenta de Twitter tengo todas canciones de cancha, yo ya me había olvidado”, contó Lucero en una entrevista a Radio Con Vos, que sintió la necesidad de aclarar que no milita en ningún partido, que “simplemente era una canción”.
“Pido disculpas si ofendí a alguien o si alguien se sintió intimidado pero no era la intención. No era una amenaza hacia nadie, no tengo pensado matar a nadie y menos al Presidente”, explicó con sorpresa Lucero, que también hizo el descargo en la red social. Antes de que su nombre se hiciera público, Lucero contó que sólo tenía alrededor de 500 seguidores, todos amigos y conocidos del colegio y de la cancha.
Ese jueves, Lucero había tenido una tercera entrevista en una fábrica de plástico donde estaba a punto de ser contratado. “No creo que ahora con todo esto me llamen”, dijo el joven que antes trabajaba en negro como fletero pero que con el reciente desempleo de su padre se vio en la necesidad de conseguir un trabajo mejor y formal para ayudar a la familia.
Además de aclarar el episodio y pedir disculpas, Lucero también pidió por Twitter la ayuda de algún abogado ya que ahora deberá enfrentar los cargos y la causa penal abierta en su contra.