La teoría económica no tiene fisuras acerca del movimiento de algunas variables: el enfriamiento de la economía lleva a una caída de la demanda, que impacta en el nivel de producción y, por lo tanto, de empleo. Con la recesión en marcha en la Argentina tras tres meses consecutivos de caída de actividad económica, la demanda laboral se encuentra estancada. En los próximos tres meses, las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los se ubican en -0,2 por ciento, el primer número negativo desde el 2021. El signo interrumpe el ciclo de expectativas netas positivas que venía extendiéndose desde la salida de la pandemia.
La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza mensualmente la Secretaría de Trabajo arrojó que en febrero de 2024 el 95,2 por ciento de las empresas planea mantener su planta de personal, el 2,5 por ciento analiza despidos y apenas el 2,3 por ciento evalúa contratar nuevos trabajadores.
El nivel de empleo privado registrado en empresas de más de diez personas ocupadas del total de los aglomerados urbanos relevados presentó una contracción de 0,3 por ciento en relación a enero, verificándose el tercer mes consecutivo con caída neta del empleo. La contracción, entre noviembre de 2023 y febrero de 2024, alcanzó al 0,9 por ciento, asegura el informe oficial. En perspectiva histórica, significa la mayor caída neta del empleo desde febrero de 2002. En términos interanuales, el nivel de empleo asalariado registrado mantiene un incremento de 0,1 por ciento.
Todas las ramas de actividad experimentaron contracción, y es el sector de la
construcción el que presenta la mayor caída mensual del empleo con un 1,3 por ciento y acumula un 11,2 por ciento interanual. El resto de los sectores presentaron descensos mensuales más moderados y
mantienen crecimiento interanual. Comercio, restaurantes y hoteles registra una
caída de 0,1 por ciento; la Industria manufacturera y los Servicios comunales, sociales y personales
presentan, ambas, una reducción de 0,2 por ciento; y Transporte, almacenamiento y comunicaciones, al
igual que Servicios financieros a las empresas, muestran contracciones de 0,3 por ciento.
La retracción en el nivel de empleo registrado privado se registra también en las empresas de todos los tamaños, con variaciones que van de -0,2 por ciento a -0,4 por ciento. Las más afectadas son las de entre 50 y 199 personas ocupadas con una caída en la cantidad de personal 0,4 por ciento. En el aglomerado de Gran Buenos Aires se observa una mayor reducción de los puestos de trabajo (-0,4 por ciento), mientras que en el conjunto de los aglomerados del interior del país la caída fue moderada (-0,1 por ciento).
"Este comportamiento resulta habitual en contextos de caída de la actividad económica", admiten desde las arcas oficiales, y continúa: "El nivel de empleo se ajusta principalmente a partir de la reducción de las incorporaciones de personal y no tanto por el aumento de las desvinculaciones, ya sean decididas por las personas o por las empresas".
En efecto, tanto las desvinculaciones como las incorporaciones de personal mostraron reducción en relación con el mes de enero de 2024. La tasa de entrada resultó especialmente afectada: mostró un nivel bajo en relación con los meses de febrero de los años anteriores, solo compatible con los meses de febrero de los años de pandemia (2020 y 2021).
La demanda laboral, expresada en la tasa de búsqueda, presentó en febrero de 2024 un descenso con respecto a enero, y muestra un nivel bajo en relación con los meses de febrero de años anteriores. La cantidad de puestos sin cubrir, representado en la tasa de no-cobertura, también resultó inferior a la del mes pasado. "El empleo suspendido no presenta variaciones significativas en relación con enero de 2024, y continúa exhibiendo valores inferiores a los de los años previos a la pandemia", aseguran desde Trabajo.
La incidencia de los despidos sin causa en el empleo registrado privado en febrero de 2024 es menor a la de los últimos tres meses e igual a la de febrero del año pasado.
Por último, —y por primera vez desde enero de 2021, cuando se vieron afectadas por la pandemia— las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses son levemente negativas (-0,2 por ciento).