La Policía de Seguridad Aeroportuaria allanó ayer el tradicional bar Pico Fino, ubicado en el cruce de las peatonales San Martín y Córdoba, en el marco de una causa federal que investiga a una banda narco que traía cocaína boliviana desde Salta hasta Rosario y el conurbano bonaerense. El dato distintivo es que lo hacían en motocicletas con una carga de hasta cinco kilos de cocaína pura, lo que les permitía transitar por caminos alternativos a las rutas tradicionales. El bar es un conocido punto de compraventa de divisas extranjeras, y según la justicia federal allí compraron dólares los miembros de la organización criminal. En el restobar se incautaron tres millones de pesos. 

Según le dijeron fuente federales a Rosario/12 se desbarató la cadena entera de comercialización de estupefacientes, desde quienes traían la droga desde Bolivia, la enfriaban en la provincia de Salta y la traían acondicionada en motos como novedad investigativa. Ello implicaba una enorme dificultad puesto que los motovehículos tomaban rutas alternativas e incluso caminos rurales para evadir controles. La exhausta investigación permitió corroborar un modus operandi novedoso de abastecimiento de droga, no solo para la ciudad de Rosario y sus alrededores sino también para el conurbano bonaerense y la ciudad de La Plata. 

En cada ciudad existía una persona que recibía la provisión de estupefacientes y la redistribuía. La mayoría de los receptores de la cocaína ya tenían antecedentes por haber estado involucrados en causas en infracción a la ley 23.737. 

Entre el domingo y el lunes se realizaron 30 allanamientos en distintos lugares del país : tres en provincia de Salta, 10 en la provincia de Buenos Aires y 17 en Santa Fe. En tanto, el principal investigado fue aprehendido en plena maniobra de aprovisionamiento junto con su socio, y a unos 100 kilómetros de Rosario efectivos de la PSA detuvieron a un colaborador en una moto con más de 5 kilos de cocaína de máxima pureza con el sello de un delfín. Las identidades de los involucrados fueron preservadas a pedido de los investigadores.

En total, aseguraron las fuentes, la PSA secuestró 11 kilos de cocaína; 2,3 kilos de marihuana, 529 gramos de presunto Mdma en formato cristal; más de 13,5 millones de pesos, 19 mil dólares, 12 armas de fuego, gran cantidad de municiones y 14 rodados.

El origen del expediente que tramita la Fiscalía Federal 2 de Rosario, a cargo de Matías Scilabra, junto con el fiscal coadyuvante Franco Benetti, fue el desprendimiento de tareas investigativas sobre un vendedor de estupefacientes que era provisto por un hombre oriundo de Salta, que ingresa la droga al país junto con su pareja y una mujer allegada. Este trío transportaba luego el material con dos sospechosos hacia Rosario y Buenos Aires, donde se llevaba a cabo la distribución.

Los panes de cocaína incautados tenían el sello del delfín.

En tanto en Buenos Aires, los encargados de hacer llegar la droga a los puntos de venta fueron, a criterio de la causa, cuatro personas, motivo por el cual se hicieron operativos desde este domingo en las localidades bonaerenses de San Nicolás, Ingeniero Budge, Melchor Romero, La Plata, Cañuelas y Mariano Acosta.

Por su parte, en Rosario quienes recibían los estupefacientes eran un hombre que estaba encargado de abastecer a la presunta banda de un supuesto jefe narco de bajo perfil, sindicado por la comercialización del material ilícito con la colaboración de su hijo y su nuera.

Por los seguimientos realizados al presunto líder narco se pudo establecer que no vende únicamente en Rosario, ya que tiene un comprador habitual de San Nicolás, que tiene sus propios búnkeres, señalaron los investigadores.

El destinatario en Rosario de la droga traída desde Bolivia, según algunas conversaciones telefónicas captadas en la investigación, habría hecho compra de dólar blue a Juan Carlos L., histórico arbolito de Rosario conocido como “Pico Fino”, que opera en su restobar de San Martín y Córdoba. Al vendedor de divisas no se lo dejó afuera de la causa, ya que se allanó el comercio y su departamento.

El camino de la droga que conectó Salta con Rosario es la ruta nacional 34. En averiguaciones realizadas en el marco del expediente se pudo establecer que la hija del hombre que trae la droga desde Bolivia tenía infracciones de tránsito en San Martín de las Escobas y en San Genaro. Casualmente, los vehículos con los que cometió las contravenciones poseían cédulas de autorización a conducir a nombre de su papá.

El principal sospechado por provisión de estupefacientes también tiene multas por infracciones de tránsito en Rafaela. A su vez, realizó envíos de dinero a otras personas sospechadas de integrar la presunta organización a través de encomiendas que fueron retiradas en la ciudad de San Lorenzo y en Neuquén.

Por su parte, el salteño encargado de traer la droga de Bolivia a Salta para su posterior distribución registra junto con su pareja e hija una gran cantidad de pases migratorios a Bolivia con distintos vehículos, algunos de ellos, de carga. Es más, en algunas ocasiones solo estuvieron un par de horas en el vecino país.

En Rosario se detectaron algunos domicilios donde la droga habría sido puesta en circulación. Por eso, se hicieron allanamientos en bulevar Seguí al 200 bis, Seguí al 2000, Colegiales al 2500 y 2700, Biblioteca Vigil al 200, Convención al 3600, 24 de Septiembre al 2000, Arijón al 200 y en una cochera de Sarmiento al 4100.