Cuando Flor del Alba Cruz Valdez vino a vivir a la Argentina, en 2007, era una niña. Llegó en avión a Buenos Aires con su mamá y su padrastro (aclara que lo llama así para hacer la “salvedad”, porque es argentino, pero lo considera su papá). Su primer recuerdo es el deslumbramiento con los carteles de Susana Giménez, los afiches promocionales del lanzamiento de Casados con Hijos y los grandes edificios de una ciudad que todavía -a sus 25 años- le parece “grandísima”. Flor del Alba es la presidenta de la Federación Universitaria de Rosario, nacida en República Dominicana, hincha de River. Quería estudiar periodismo deportivo pero una profesora del Normal de Pergamino le recomendó Comunicación Social y ahora le faltan sólo dos materias para recibirse. Desde el viernes, recibió ataques de trolls en las redes sociales, después de postear un artículo del diario El Ciudadano, con su foto, convocando a marchar por la Universidad Pública.
Así es su propio relato: “El viernes publico en mi red social los comentarios que recibí en torno a la publicación de defensa de la educación pública, en la cual no nombré a ningún gobernante, ni siquiera nombré al Presidente de la Nación, y sin embargo recibí agresiones de tipo racistas y xenófobas, no solamente comentarios y disidencias, que puede haber, porque estamos en democracia, sabemos que no todos pensamos lo mismo, sino un fuerte y brutal ataque hacia mí persona”.
Enseguida respondió, también por la red social X: "Si el objetivo es intentar que me sienta avergonzada de mis orígenes, debo decirles que, siento orgullo de ser quien soy y de dónde vengo. Soy migrante, y me crié toda la vida en Argentina”.
Pero no terminó allí. Cuando recibió esos insultos, los publicó y ahí empezó la segunda etapa del trolleo. “Esa publicación fue citada por un ex periodista de la ciudad de Rosario, que primero quiero desmentir absolutamente todo, porque todo es falso y bastante vergonzoso. En primer lugar, no soy de Venezuela, soy dominicana. En segundo lugar, no vine hace ocho años, vine hace 18 años a vivir a Argentina, no solamente a estudiar, a vivir, obviamente causante de vivir en un lugar, una tiene que estudiar y educarse, por ende, fui a la escuela pública y ahora soy orgullosamente estudiante en la Universidad pública”, le dijo Flor del Alba a Las12, y contó que el posteo que el posteo del ex periodista “hacía alusión a que había una renta para mí, que me mandaban desde Venezuela a hacerle un golpe al estado”.
“Es una locura, cuando lo vi pensé que era un bot o una cuenta anónima y me llevé una gran sorpresa de que era una persona que era periodista, a la cual le faltó uno de los principios básicos del periodismo, que tienen que ver con la ética y la veracidad de la información que uno difunde”, consideró.
El efecto de la violencia digital se le vino encima. “Al ver mi imagen con más de 250 comentarios en contra, miles de repost, me dio mucha indignación, mucha bronca. Creo que no es casualidad que se dé a pocos días de la marcha federal educativa, creo que también intentan redireccionarnos y buscar que nos distraigamos con estas cosas tan horribles, y que no sigamos pidiendo e insistiendo en que el Estado cumpla con lo que dice la Constitución, que es dar presupuesto acorde para el funcionamiento de la educación superior”, apunta.
Allí estará hoy, claro.
De origen afro, desde la primaria supo del racismo. De dónde proviene es la primera pregunta que escucha. “Es el primer comentario de la gente, más allá de mi acento y que hace 18 años que vivo en Argentina. Me considero una Argentina más, pero obviamente mi color de piel y mi pelo no corresponden a los cánones de lo que se identifica como argentinidad y eso es algo muy horrible, porque si nos ponemos a revisar la historia, tenemos capitanas de primera ola que eran afrodescendientes como María Remedios del Valle. No sólo eso, gracias a esta gran diversidad cultural afroargentina, de hijos de personas afrodescendientes que nacieron en Argentina, hay una gran diversidad, yo creo que no podemos identificar un estereotipo de residente en ningún país”, dice Flor del Alba.
Vino al país por una decisión de su mamá, en pareja entonces con un argentino que hoy es su esposo. Al que -a los efectos de esta nota- Flor le dice “padrastro”, pero en realidad menciona como su papá. “Decidimos vivir en Argentina porque es uno de los países más lindos del mundo. Yo amo este país, no lo digo solamente por una cuestión complaciente, sino que lo siento en el corazón y a partir de ahí empieza mi historia en este país, sin perder vínculo con República Dominicana, que en mi país de procedencia y en este gran mix de culturas, me encontré con un país maravilloso y al cual decidí comprometerme de alguna manera siendo militante política en la Universidad”.
-¿Cuál es tu primer recuerdo del país, al que llegaste siendo una niña?
-Lo primero que recuerdo real, patente, patente, fue la llegada a Buenos Aires por el aeropuerto de Ezeiza, tomarnos un taxi hacia la terminal para tomarnos un colectivo de Buenos Aires a Pergamino y quedarme sorprendida con todas las publicidades del programa de Susana Giménez, el estreno de Casados con hijos, en ese momento y muchas cosas de época, River- Boca, toda una cosa muy también de Buenos Aires, pero me recuerdo maravillada con todo, con una ciudad que para mí era enorme y sigue siendo enorme, cada vez que voy, y recuerdo haberme sorprendido.
“Estudié en la escuela pública, primero en la escuela 4, que era la escuela de un barrio cerca de donde yo vivía y después en la Escuela Normal, también otra escuela pública”, relató Flor del Alba, que debe su nombre al merengue de Fernando Villalona.
De su paso por la escuela pública argentina tiene recuerdos “muy maravillosos” y otros “muy horribles, similares a los comentarios que recibí en redes sociales”.
Sin embargo, cree que hubo un cambio en la sociedad argentina. “Cada vez más son expresiones minoritarias, en ese momento había mucho, mucho, mucho, también por vivir en una ciudad con cien mil habitantes, más pequeña que Rosario o Buenos Aires. Se aludía a ese comentario muy hiriente, personalmente, pero con el tiempo avanzamos en esto”, analiza Flor del Alba. Pergamino es una ciudad de 100.000 habitantes, ubicada a 220 kilómetros de Buenos Aires y a 110 de Rosario, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Flor del Alba se entusiasma: “Sinceramente yo pongo un voto positivo en la sociedad argentina, porque se avanzó muchísimo y el claro ejemplo está en la cantidad abismal de mensajes en defensa de la situación, no solamente de mí, sino de los valores que tenemos hoy en la Argentina”.
Hoy marcha por la Universidad argentina, por todo lo que implica para la sociedad y para ella. “La Universidad hizo cosas maravillosas conmigo, me cambió muchísimo la forma de pensar, la forma de entender el mundo, realmente cosas que yo pensaba que entendía y darme vuelta y no entenderlas y empezar a repensarlas. Yo estoy eternamente agradecida con el sistema público argentino, da mucho orgullo”.