Los tiempos difíciles en Aerolíneas Argentinas están a un tris de comenzar. Así lo sugirió el titular de la compañía de bandera, Fabián Lombardo, a través de una carta en la que anticipó que en los próximos días se lanzará una reducción de costos operativos que podrían incluir el recorte de vuelos de cabotaje, entre otras medidas. “Cada centavo que aporte” el Estado “tiene que ser y va a ser auditado”, advirtió el representante de Javier Milei en esa empresa.
El plan de ajuste del gobierno de La Libertad Avanza (LLA) en la aerolínea de bandera fue esbozado en una misiva que Lombardo envió anoche a los trabajadores de la compañía. Allí hizo un elogio del funcionamiento de la empresa pero advirtió que será hora de “tomar decisiones difíciles”.
“En 2024 vamos a reducir a la mitad el déficit operativo” de Aerolíneas Argentina y que, según algunas informaciones, podría impactar en un recorte del 20 por ciento de los vuelos a provincias y ciudades del país, indicó el funcionario sin mencionar montos ni porcentajes de la pérdida a la que se refirió.
La primera señal del ajuste y resignación comercial se tomó semanas atrás con la suspensión de vuelos Buenos Aires – Nueva York. Pero ahora la cosa es peor: se recortará el 18 por ciento de los vuelos de cabotaje. La decisión que dejaron trascender fuentes del Gobierno citadas por distintos medios no solo va a contramano de la misión histórica de la aerolínea de bandera de interconectar al país, sino que además le allana el camino a las low cost que compiten contra la estatal.
Por el momento, lo único que dejó claro Lombardo es que “cada centavo que se aporta desde el Estado para que Aerolíneas subsista tiene que ser y va a ser cuestionado”. Eso, agregó, “nos obligará a todos, y a mí en particular, a tomar decisiones difíciles” contra la aerolínea.
Se trata de la primera señal concreta del vaciamiento que el Gobierno activa en la empresa de bandera a la que el propio Javier Miliei habló en más de una oportunidad de “privatizar”.
La advertencia a los trabajadores
El mensaje de Lombardo a los trabajadores fue tajante: las medidas de recorte se aplicarán por más que los empleados “no estén de acuerdo en muchas de ellas”. “Las voy a tomar con el peso de la responsabilidad que cada una implique”, reforzó.
Lo más llamativo de la misiva del funcionario es que el ajuste fue anunciado luego de una serie de elogios que él mismo le dedicó al funcionamiento de la empresa. “Estamos compitiendo con compañías de primer nivel y lo estamos haciendo muy bien”, ponderó.
Es más, elogió el “gran aporte al desarrollo económico y a la conectividad de nuestro territorio” que hace Aerolíneas Argentinas. Inclusive alentó a los trabajadores a prepararse “para una temporada récord, con una oferta de asientos histórica y priorizando las rutas que más beneficios nos traen”.
Pero luego, todo fue un diagnóstico del caos. “Sería un error creer que esto es argumento suficiente para pretender que la compañía no rinda cuentas sobre su eficiencia y productividad”, dijo y habló de la existencia de “un déficit operativo profundo”, que llevaría más de una década.
Una de las peores advertencias de los tiempos “difíciles” a las que aludió Lombardo está en uno de los párrafos en que deja traslucir la posibilidad de que el Gobierno intervenga la compañía o bien que la ponga en manos privadas. “Si no somos nosotros mismos los que nos preguntamos dónde podemos mejorar, o qué recursos podemos optimizar, otros harán esas definiciones”, amenazó el funcionario.
Lombardo es presidente de la empresa desde el 26 de diciembre del año pasado y antes se había desempeñado como director Comercial, de Planeamiento y de Gestión de Rutas -Chief Commercial Officer (COO).
En su carta también le pidió a los trabajadores de Aerolíneas “confiar en la información que reciban de sus superiores y desde los canales de comunicación oficiales de la compañía”, y sobre todo “a pensar en esta etapa como una oportunidad de poner en valor nuestra experiencia y nuestra historia”.