Un buen día la Autopista Ricardo Balbín deberá cambiar de nombre: ese lazo entre Buenos Aires y La Plata bien merece el de alguno de los innumerables rockeros que desde tiempos inmemoriales recorren esos 50 kilómetros entre la capital bonaerense y la nacional para llevar música cocida entre diagonales, desde La cofradía de la flor solar hasta El mató a un policía motorizado. Y esa saga en permanente actualización suma ahora un nuevo valor. Suruba, banda sólida, cadenciosa y penetrante que echa mano a un recurso sencillo pero irresistible: las canciones de rock con estribillos y una estructura inalterable.
Este grupo de amigos se juntó en 2003 con el único objetivo de descubrir los instrumentos que tocaban. Después de un par de EPs, el proyecto entró en paréntesis hasta que en 2013 se reinició con otros ímpetus. “Quería retomar aquellas canciones de un modo más profesional, registrándolas en Sadaic y tratando de entrar en circuitos de bandas similares”, explica Nico Borello, cantante, guitarrista y compositor de Suruba, que por entonces empezó a curtir la escena platense e incluso el “más allá” de la Avenida 32, tocando con Eruca Sativa, Huevo, Científicos del Palo o Mustafunk.
“Comencé componiendo canciones de rock and roll más venales, con una impronta medio ricotera, aunque con el tiempo abrí el panorama, sobre todo cuando descubrí a Dave Matthews, mi artista favorito. La música folk y los blues travellers me fascinan”, detalla el cantante, que comparte banda con su primo Oki Birocho (bajo), Eduardo Villagra (guitarra), Joxse Centorni (batería) y Agustín Pardo, curioso armoniquista que se vale de pedales de efecto.
En 2015 salió Tiempo locura, su disco debut, sucedido por el flamante Ojos al día, que según Borello “es más fiel con el norte musical” del grupo. “En La Plata levantás una baldosa y sale un músico. Es una escena hermosa y variada: salís un fin de semana y tenés desde jazz hasta pop”, defiende el músico platense, aunque tiene claro que la expansión territorial es obligatoria. Por eso, este sábado presentarán su álbum en San Telmo.
El rock es verdad y misterio. En Suruba la verdad está en sus canciones. Y el misterio en su nombre: “Significa ‘orgía’ en portugués y refleja el ensamble de instrumentos teniendo placer entre sí. La onda era que fuese un secreto… hasta ahora, que lo acabamos de develar”.
* Sábado 4/11 a las 21 en Kirie Music, Bolívar 813.