En el deporte faltan desde hace tiempo las miradas profundas y estratégicas, que vean y planifiquen más allá de la simple coyuntura.
Esa falencia de funcionarios y dirigentes deportivos ya se vio en los Juegos de la Juventud Buenos Aires 2018, en donde a pesar de los buenos resultados obtenidos por la delegación, no se realizaron cambios ni mejoras profundas en los deportes que así lo necesitaran.
Asimismo, no se continuó con el seguimiento y ayuda a los más de dos mil jóvenes deportistas detectados, que no habían tenido cabida en el equipo. En esta ocasión, con París 2024 a la vista, la miopía es similar y la inacción exasperante.
Las miradas y gestiones preocupadas se enfocan casi únicamente en los aproximadamente 150 deportistas que conforman nuestra élite, y que competirán en los Juegos, cuya preparación final puede sufrir inconvenientes ante el escaso presupuesto disponible y los atrasos para encarar las competencias preparatorias, los entrenamientos especiales y becas.
Sin embargo, los que saben de deporte visualizan algo que es peor. Se desconoce la distribución final del presupuesto, como así también la disponibilidad del mismo, por lo que se desatienden las necesidades y tiempos del deporte federado, y las del deporte masivo o social aún no se consideran.
Vimos entonces que diversas disciplinas, en los primeros meses del año, han debido recurrir a la autogestión incluso mediante rifas, en una situación poco seria para los organismos directamente responsables, como la Secretaría de Deportes y el Ente Nacioanl de Alto Rendimiento (Enard), pero también para el Comité Olímpico (COA) y las federaciones que guardan silencio, al menos por ahora.
Así es que hay disciplinas que intentaron e intentan asistir a competiciones en el exterior, y que aparentemente no contarán con presupuesto. Son los casos del tiro con arco para un Sudamericano, y la natación para el torneo Pan Pacific. Deportes no olímpicos también expresaron su incertidumbre.
Hubo eventos programados en el país, como la Copa del Mundo de esgrima que han debido suspenderse. Todos esos deportistas tienen que ver con el desarrollo y el futuro del deporte nacional.
Estamos viendo entonces la ausencia de estrategias comprensibles, ya que ni se apoya rápidamente a la élite en vísperas de una competencia importante, ni se invierte lo suficiente en el futuro de nuestro deporte. El peor cóctel.
* Ex Director Nacional de Deportes.