Aunque cerca del Presidente no lo admitan, el Gobierno nacional sintió el golpe que significaron los miles y miles de alumnos, docentes, sindicatos y ciudadanos de a pie que colmaron las calles porteñas desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo —y también en decenas de ciudades del país— para defender la educación pública y pedir que Javier Milei deje de desfinanciarla. En Casa Rosada durante todo el día quisieron tapar el sol con las manos y repetían que no les importaba la marcha porque era político/partidaria. "El tema está resuelto porque ya se les depositó la plata. Es una marcha puramente opositora. Eran muchos porque la CGT, la CTA, el peronismo y la UCR llevaron a su gente", argumentaban para intentar deslegitimar el reclamo de más de 800 mil manifestantes —de acuerdo al conteo de la Universidad de Buenos Aires— que rebalsaron la Plaza de Mayo con libros en las manos.
Javier Milei estuvo en casa de gobierno por la mañana para encabezar una reunión de gabinete. Antes de que las columnas de estudiantes comiencen a ingresar a la Plaza de Mayo, cerca de las 15, se retiró junto a su hermana, la secretaria general de la presidencia, Karina Milei. Durante toda la tarde, sin embargo, el Jefe de Estado estuvo prendido a su celular reposteando cosas en contra de la marcha en sus redes sociales. Uno de los post que retwiteó, por ejemplo, tenía la imagen del caballo de Troya que adentro llevaba los escudos del Partido Justicialista, la UCR y la CGT y decía: "Detrás de esos estudiantes se esconde la vieja casta de siempre intentando volver a parasitar al país". Esa fue la línea discursiva que eligieron en Casa Rosada para intentar desentenderse del pedido por más presupuesto para las universidades, que fue masivo y de amplios sectores sociales.
Milei, más tarde, apeló a un posteo en sus redes de tono agresivo, a través del dibujo de un león (él mismo) tomando "lágrimas de zurdos". "Quien quiera oír (ver) que oiga (vea)", remató.
Cuando los manifestantes comenzaban a desconcentrar —entonando cánticos que, entre otros, decían "universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode"—, en el entorno del mandatario respondían con tono provocador: "A nosotros esto no nos importa. En 2017 algo así podía correr al macrismo o podía correr a Horacio Rodríguez Larreta, pero a nosotros no", y agregaban: "La presencia de Sergio Massa, Malena Galmarini, Axel Kicillof confirmó que fue una marcha política". Para el oficialismo, dicen, esa es "la política del antiguo régimen que no entiende el nuevo escenario".
La vicepresidenta, Victoria Villarruel, no se quedó atrás. En su cuenta de X compartió un video en el que se podía escuchar un fragmento del discurso que dio sobre el escenario la madre de Plaza de Mayo, Taty Almeida, y comentó en tono irónico: "Hebe lo que te perdiste…", haciendo referencia a la histórica luchadora por los derechos humanos y madre de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que falleció en noviembre de 2022.
Patearla afuera
Otro leitmotiv que utilizaron durante todos estos días en Balcarce 50 para intentar bastardear la educación pública fue el de la "necesidad de auditar las universidades". Este martes repetían que no cambió nada con respecto a las auditorías que el día anterior anunciaron que harían desde el ministerio de Capital Humano. El lunes, mediante un comunicado, la cartera que conduce Sandra Pettovello había dicho que "auditarán y fiscalizarán el gasto", de las universidades mediante la Subsecretaría de Políticas Universitarias.
El subsecretario de prensa Javier Lanari, en tanto, añadió en ese sentido que "la educación pública no está en discusión. Lo que está en discusión son las auditorías, el adoctrinamiento, los curros y la crisis generada por los que gobernaron 16 de los últimos 20 años". Lanari también hizo una evaluación de la masiva marcha que fue reposteada por Milei. Dijo: "El kirchnerismo y la UCR massista coparon la marcha. Usaron a los chicos para cuidar sus cajas. La educación pública está garantizada. Lo único que peligra son los curros de unos pocos". El Presidente también reposteó a otro usuario que dijo que la Plaza estuvo llena de "castas sindicalistas y progres".
Lo que omitieron desde el ministerio de Pettovello y desde Casa Rosada es que la Auditoría General de la Nación es el órgano encargado de la fiscalización de las universidades. La AGN tomó el guante y el martes, tras la movilización, posteó en su cuenta oficial un comunicado en el que expresaron que "no es una opción para los gobiernos discutir si la educación pública se financia o no", ya que la Constitución Nacional, en su artículo 75 inciso 19, establece la gratuidad y equidad de la educación pública estatal, facultando al Congreso Nacional a dictar las leyes que la garanticen. Así como también establece la autonomía universitaria.
En esa línea, agregaron que "es obligación del Poder Ejecutivo Nacional garantizar el financiamiento de las universidades nacionales, dispuesta por el Congreso en el presupuesto nacional, pero no está dentro de su competencia controlar de qué manera se aplican los recursos", y puntualizaron: "Esto no quiere decir que carezca de control. Es la Auditoría General de la Nación el órgano con competencia para realizar el control externo de las universidades nacionales".
Sobre las auditorías, desde la AGN aclararon que "el Congreso Nacional es quien dispone qué, cuándo y a quiénes se audita a través del Plan Anual de Auditoría que aprueba la Comisión Mixta Revisora de Cuentas para cada ejercicio presupuestario", y añadieron que ya se realizaron distintas auditorías que fueron programadas. En los recientes ejercicios, dijeron, se realizaron informes sobre las universidades de Rosario, del Litoral y de Buenos Aires y se comenzaron auditorías en las universidades nacionales de Formosa, Jujuy y Córdoba.