Histórico desborde multitudinario de lo público.

Defensa de las universidades públicas, sí. Y de la educación y de Aerolíneas, y del salario y de la salud, y del derecho a estudiar y a ocupar la calle y a ser cientos de miles y a cantar y a organizarnos.

A esta altura se impone una corrección necesaria: la "casta" es el bloque de clases dominantes, los gobiernos que les sirven y los políticos que trabajan para ellos. Lo otro de la "casta", y de ese bloque, en la Argentina es la multitud que le pone el cuerpo a lo común. Se vio en enero, con la CGT. El 8M con los feminismos. El 24 de marzo con la Madres y Abuelas. Ni en el peor momento el país estuvo desmovilizado. Y hoy, para qué abundar. Vuelve a haber un proceso de acumulación desde abajo, exactamente lo que preciamos. Puede que la oposición política no sepa como ordenarse, que no tenga balances, que no sepa qué papel asumir. Allá ellos. Lo que es claro es que no esa la situación de millones de personas que no parecen tener -que no tenemos- muchas dudas sobre el proceso de organización desde abajo que estamos intentando. A partir de mañana varias palabras van a sonar distinto. Hoy, un día feliz.