El juez federal Jorge Rodríguez restringió las llamadas telefónicas de los detenidos Ariel Máximo "Guille" Cantero, líder de la banda narcocriminal Los Monos, y su sobrino Ariel Luciano "Lucho" Cantero, y también retiró la autorización a dos personas que habían sido señaladas por Guille como visitas íntimas, al declararse "bisexual" para ampliar la lista de sus contactos. La ministra de Seguridad de la Nación festejó la medida judicial a través de la red social X. "Felicitamos al juez por esta acción que protege a los argentinos de bien. Aislamiento total. El que las hace, las paga", escribió Patricia Bullrich.
La resolución de Rodríguez toma el informe elaborado por la Procuraduría de Narcotráfico (PROCUNAR), este mismo mes, en el que se consigna que "aun con las medidas de seguridad complementarias y específicas aplicadas no se logró menguar la actividad que se proponía desbaratar" y señalan que el líder de los Monos y su sobrino fueron "ingeniándose para eludir las limitaciones impuestas con el propósito de continuar comandando la estructura narcocriminal que lo tiene como cabecilla y por la cual cumple condena de prisión".
El juez analiza la presentación de los fiscales federales, quienes probaron que "la operatoria de la estructura criminal fue dirigida por "Guille" y "Lucho" Cantero desde el interior del Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz", en el que están detenidos, en distintas unidades. "Desde allí impartieron las órdenes tendientes a llevar a cabo diversos delitos entre los que podemos destacar las conductas de tráfico propiamente dichas y la intimidación efectuada el día 13 de noviembre de 2022 en la inmediación del Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz", sigue la argumentación.
Entre los delitos ordenados por Guille desde la cárcel, se detalla "la coordinación y dirección del despliegue de una bandera dentro del estadio de Newell Old Boys en el año 2023, donde se ilustraba una caricatura de un mono, un pollo y un toro, en alusión a los líderes de la banda criminal conocida como Los Monos, con claros fines intimidatorios y para lo cual utilizó las líneas telefónicas provistas por el Servicio Penitenciario Federal". Esta bandera se desplegó en el partido homenaje a Maxi Rodríguez, el 24 de junio del año pasado.
La resolución detalla las pruebas presentadas por los fiscales sobre la forma de triangular llamadas realizadas por teléfonos del Servicio Penitenciario para lograr hablar con otras personas, y también develaron "distintos métodos organizados para el ingreso 'intramuros' de dispositivos electrónicos mediante visitas, encomiendas, y en varios casos con connivencia penitenciaria, tales como el uso de termos, pavas y ollas adulteradas", como así también el uso de "mujeres embarazadas o que simulan estarlo para sortear el control por rayos X con el fin de procurar el ingreso elementos o sustancias prohibidas".
Con esos argumentos, el fiscal federal de Morón Sebastián Basso y el titular de la Procunar, Diego Iglesias, solicitaron "aumentar las medidas de seguridad sobre las condiciones de su detención, dado que resultaron obsoletas para los fines propuestos" y destacaron que se configuran como "la única medida razonable para hacer cesar la actividad de la organización narcocriminal respecto de la cual los Cantero ejercen su liderazgo".
El juez considera que el "más elemental sentido común" le impone adoptar "novedosas estrategias" para "reestablecer la paz y tranquilidad social que se ven seriamente amenazadas cuando la comisión de delitos como los aquí pesquisados se siguen pergeñando, direccionando y ejecutando desde el interior de un establecimiento carcelario". Para el juez, todas las medidas anteriores encontraron, de parte de los Cantero, "una novedosa forma de ser vulneradas".
Con estos argumentos, Rodríguez ordenó "el cese de sus comunicaciones telefónicas a excepción de aquellas que cursen con sus abogados".