Como si su numerosa formación no representara una comunidad en sí misma, las Chiquita Machado siguen creciendo con el acompañamiento de un público leal a cada una de sus festivas propuestas. Así, luego de que en febrero de este año superaran el objetivo planteado desde la plataforma Panal de Ideas, el exitoso financiamiento colectivo les permitió completar la edición de su primer disco, ése que lleva su mismo nombre y que mañana será presentado oficialmente en el Galpón de la Música (Estévez Boero 980). Anunciada para las 21.30, la jornada abrirá con una exposición de obras de las artistas Aniela Troglia, Shetza y Viru Had, habrá despacho de cerveza artesanal Cerventum y la habitual celebración musical de las Chiquita, que abrirán el show con un set conformado por los temas del disco, para dejar lugar a un cierre "con cachengue y estrenos".
En concreto, será ésta la segunda fiesta organizada íntegramente por Chiquita Machado, una agrupación que se sabe acompañada por un público fervoroso y en amplio crecimiento. "Decidimos jugárnosla", admite entonces Marina Calvagna, cantante del proyecto que comparte junto a Camila Depaoli (acordeón y coros), Victoria Chenna (teclado y coros), Nuria Clerici (guitarra), Eugenia Cadel (bajo), Cintia Venier (batería), Graciela Amato (trompeta), Irina Marcus (clarinete y clarón) y la percusionista Luciana Harreguy, que en relación a las novedades anticipa: "Los temas que están en el disco tienen ya tres años, algunos más. Entonces nos pasó que cuando terminamos de grabar empezamos a armar temas nuevos que son totalmente distintos. Tienen más o menos el mismo estilo, pero la banda tiene otro crecimiento, otro sonido. Creo que hay un crecimiento grupal, por conocernos un poco más. Y de por sí lo festivo bailable siempre está, pero se empieza a explorar y fusionar con otros géneros. Cada una escucha o tiene un estilo de música metido en el cuerpo".
Cumbia, rock, folklore balcánico y aires disco (con sus múltiples posibles combinaciones, como en la cumbia balcánica que abre Chiquita Machado) seguirán mixturándose entonces en un repertorio que continúa ampliándose, y que el año próximo quedaría plasmado en un disco de corta duración. "En esta etapa me parece que el proyecto es un poco más grande, y el crecimiento de cada una como música se nota. El sonido también es diferente a partir de empezar a usar también muchos más sintetizadores. Sigue siendo Chiquita, pero tal vez diferente", apunta Calvagna.
Según explica Harreguy, la madurez del grupo también se hizo extensiva a los contenidos líricos de una banda que no tiene restricciones en el decir, pero que entiende su nuevo lugar de exposición: "Las que más componen son Marina, Amato, Camila y Victoria, son las que más traen las letras. Cada una tiene un estilo distinto y le canta a algo particular, pero en algún momento nos planteamos qué estábamos diciendo, qué queríamos decir".