Siete personas fueron imputadas ayer por los ataques a frigoríficos y al Sindicato de la Carne, donde dejaron mensajes intimidatorios. Entre ellos y como cabecilla aparece Cristian Nicolás “Pupito” Avalle -un hombre de Los Monos-  quien ya había sido imputado en octubre de 2023 como jefe de una banda acusada de casi medio centenar de hechos similares: balaceras extorsivas a locales gastronómicos y a sedes sindicales como las de la Uocra, la Asociación de Empleados de Comercio y el Sindicato de Camioneros, y hasta la sede de Televisión Litoral. Ahora, con una metodología similar, y otra vez desde la cárcel, Avalle ordenó otros seis ataques incendiarios, según la Fiscalía. Sin embargo en "Pupito" no se terminaría la línea de responsabilidades: aún no está claro el móvil de los hechos, ni siquiera para el propio fiscal Franco Carbone, quien se balanceó entre dos hipótesis que van desde la apretada monetaria al líder sindical José Fantini -quien negó cualquier pedido de plata- hasta la injenerencia de miembros de la barra de Newell's en la vida sindical. Es que el principal acusado Avalle comparte pabellón en la cárcel de Ezeiza con "Toro" Escobar y "Pollo" Vinardi, dos pesos pesado en la vida leprosa, que hasta llegaron a desplegar una bandera con sus rostros junto al de Guille Cantero- en el partido despedida de Maxi Rodríguez.

Según la imputación Avalle, quien tiene un régimen penitenciario controlado y maneja un lenguaje encriptado que muchas veces cuesta descifrar, tiene contacto solamente con su pareja y su madre, dijo el fiscal Franco Carbone. Y a través de ellas fue el instigador de los ataques, desde su lugar de detención en Ezeiza.

El primero de los hechos tuvo lugar la noche del 3 de abril, cuando un dúo en moto disparó para luego arrojar una bomba molotov contra el frente del Sindicato de la Carne, en zona sur. Casi en simultáneo incendiaron cinco motos en el estacionamiento del Frigorífico Paladini, en Villa Gobernador Gálvez. Ese día dejaron una nota en la sede del gremio: “Todo ciclo llega su fin”.

El domingo 7 de abril por la noche incendiaron un camión cuando entraba a la empresa Swift en Villa Gobernador Gálvez. El martes 9 de abril, alrededor de las 22, balearon a otras dos empresas del rubro: el Frigorífico Coto, ubicado en Lamadrid al 300 recibió dos disparos, y la empresa Mattievich, ex Frigoríficos Integrados, de San Diego entre San Luis y San Juan en Villa Gobernador Gálvez, fue atacada con cinco plomazos.

El sexto atentado fue el domingo 14 de abril, cuando, a las 21.30, una dupla llegó en moto. Un hombre vestido con camiseta de Newell's arrojó una molotov contra el portón de ingreso al frigorífico Coto de zona sur.

Pero todo empezó a dilucidarse cuando el 16 de abril una pareja de motociclistas fue vista por personal del Comando Radioeléctrico a pocos metros del Frigorífico Sugarosa. Intentaron identificarlos y se inició una persecución de unos 850 metros hasta que perdieron el control y cayeron al piso. El conductor, identificado como Cristian Damián Rubio, fue detenido. El acompañante logró fugarse, pero está identificado. “Cuenta con pedido de captura”, según dijo la fiscalía.

Los uniformados secuestraron bombas molotov y tres carteles intimidatorios que, según la Fiscalía, tenían como destino los frigoríficos Sugarosa y Paladini, y la sede del Sindicato de la Carne. Además de este hecho, a Cristian Rubio le imputaron el encubrimiento de la moto en la que circulaba, luego que se determinó que había sido utilizada en otros atentados.

 

Este joven fue el punto de partida para identificar al grupo. El viernes pasado se llevaron adelante 13 allanamientos por pedido del fiscal Franco Carbone que derivaron en detenciones. La pareja de Avalle fue detenida en los allanamientos: se trata de Miranda Abril E., de 30 años. También la madre de Pupito, Gladys Joana R. Junto a Miranda E., ambas están autorizadas a visitarlo en la cárcel. En tanto, una joven, identificado Nair Joana A. se presentó en forma espontánea tras los procedimientos, en los que también fueron detenidos Milagros Aylen A. y Fabrizio Joel H.

 

En cuanto al móvil, Carbone dijo en conferencia de prensa que la principal hipótesis es la búsqueda de “algo” que evidentemente está en el sindicato. “Son 9 ataques, en 8 se dejaron notas que dicen: todo ciclo tiene su fin, la nueva conducción”. A lo que sumó que el secretario General de la Federación Gremial del Personal Industrial de la Carne Fantini no ha visto, ni tampoco sus allegados ningún pedido de plata, ninguna situación o amenaza en ese sentido.

En cuanto a la hipótesis de que estos hechos puedan ser parte de la interna de la barra de Newell’s que se quiere meter en el sindicato, el fiscal no lo descartó. “Podría ser, no sé si en la conducción, hay un montón de cuestiones”, barajó. Y recordó que el Sindicato de la Carne tiene 80 mil afiliados a nivel país y más de 5 mil en la provincia. “Es realmente un pueblo, hay mucha gente en el medio. Hay un montón de situaciones, paritarios, delegados, intereses. Por eso es difícil, pero confió que estamos cerca de la hipótesis final y así lo muestra la presencia fuerte de los representantes y titulares de los frigoríficos y del sindicato en esta audiencia”, concluyó el fiscal.