A solo 4 meses de haber asumido sus puestos y en momentos que las fuerzas de seguridad nacionales tienen una amplio participación en el Operativo Bandera desplegado en la zona de Rosario, el Ministerio de Seguridad de la Nación sorprendió ayer al relevar a la cúpula regional de la Policía Federal que tenía bajo su responsabilidad las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. El policía de mayor responsabilidad corrido es el comisario Jorge Escalante.
La medida dispuesta por la ministra Patricia Bullrich alcanza a dos comisarios que estaban a cargo de los controles de los efectivos de otras provincias que vinieron a prestar colaboración por la crisis que se desató en Rosario por los atentados de la primera semana de marzo.
Según informó el periodista Hernán Funes de Cadena 3, la decisión se tomó tras evaluar "el compromiso y la productividad" de la fuerza en el territorio en los últimos meses.
Lo sorpresivo es que lo removidos son cuadros de la Policía Federal Argentina que fueron designados en diciembre pasado al asumir la gestión de Patricia Bullrich en Seguridad. Sin los resultados esperados y un notorio escándalo en el medio, el Ministerio resolvió un rápido recambio.
La Policía Federal quedó en la mira el mes pasado cuando se descubrió lo que ocurría en la sede de la fuerza en la ciudad de Santa Fe, donde tenían alojado al empresario narco Juan Suris como "preso vip" desde noviembre pasado hasta el 11 de marzo, lo que motivó la detención de un jefe.
El escándalo estalló cuando la fiscalía federal de Santa Fe, a partir de una alerta anónima, constató las condiciones de detención de Suris, fuera de cualquier normativa. Se movía con total libertad, compartía tiempo, comidas y adquiría alimentos por medio de deliverys, además del trato habitual con policías, en especial con el subjefe de la División Unidad Operativa Santa Fe (DUOF) de la PFA, el subcomisario Leandro R. Benítez, fue detenido días atrás y está alojado en instalaciones de Gendarmería en Campo de Mayo.
Según contaron fuentes a Cadena 3, la Policía Federal tiene problemas operativos por la escasez de recursos. Esto quedó de manifiesto con el préstamos de patrulleros que ya desde 2023 la provincia le hizo a la Nación para el Comando Unificado ante la falta de móviles de fuerzas federales. Este año, ante la necesidad de reforzar la presencia territorial por los crímenes de trabajadores ocurridos durante la primera mitad de marzo, el Ejército Argentino y la provincia de Buenos Aires prestaron móviles que hoy se ven en las calles de Rosario.