(Desde Santa Fe)

Miguel Lifschitz anunció que el presupuesto de la provincia para 2018 "ya está cerrado", pero espera el regreso de Estados Unidos del ministro de Economía Gonzalo Saglione ‑entre hoy y mañana- para "repasar algunos detalles finales", así que enviará el proyecto a la Legislatura a más tardar el viernes próximo. "Eso no va a tener más demora", prometió el gobernador. Aunque sí se tomará "algunas semanas más" para remitir a las Cámaras la Ley Tributaria que "no va a tener cambios sustanciales" respecto a la de 2017, aún cuando el gobierno de Mauricio Macri presiona para reducir ingresos brutos. Según Lifschitz, el debate sobre la rebaja de impuestos debe ser "integral" porque "más del 60 por ciento de la carga tributaria a las empresas corresponde impuestos nacionales" y cada vez que la Nación deja de percibir "un punto porcentual" eso impacta en "los recursos de las provincias", como ya ocurrió "con la eliminación de retenciones al sector agropecuario".

El gobernador debía enviar el presupuesto 2018 a la Legislatura antes del 30 de setiembre -así lo dice la Constitución de Santa Fe‑. Pero pidió un mes de prórroga porque pretendía cobrar parte de la deuda de la Nación (7.500 millones de pesos para obras), si es que Macri aceptaba su propuesta de cancelar los 50.000 millones que le debe a Santa Fe por el fallo de la Corte Suprema de Justicia. Pero eso no ocurrió, así que el proyecto no incluirá esa partida.

"El presupuesto ya está cerrado", afirmó Lifschitz por LT10. "Espero que regrese el ministro de Economía de su viaje a California, donde hizo gestiones y visitó empresas para repasar algunos detalles finales y enviarlo sobre el fin de esta semana a la Legislatura. Eso no va a tener más demoras2, agregó.

"Lo que sí es probable que nos demoremos algunas semanas más para enviar la Ley Tributaria que estamos conversando en la Mesa de Análisis Tributario que conformamos con las entidades de la producción.  Seguramente allí va a surgir la propuesta que vamos a remitir a la Legislatura, que no va a tener cambios sustanciales" respecto a la de 2017.

Le preguntaron por el reclamo de Macri para que Santa Fe baje el impuestos a los ingresos brutos. "Son las cosas que hay que discutir", contestó Lifschitz. "Sería injusto y no es una solución si la carga tributaria al sector productivo se enfoca sólo desde los impuestos provinciales. Porque si uno mira el esquema de tributación de cualquier empresa comercial, industrial o de servicios encuentra que más del 60 por ciento de la carga total corresponde a impuestos nacionales y las provincias y los municipios venimos muy relegados".

A juicio de Lifschitz, lo que hay que poner en debate es "toda la matriz tributaria" y "ver qué va a ceder la Nación y cómo impacta eso en las provincias porque cada punto porcentual de impuestos nacionales que se deja de cobrar -como ocurrió con las retenciones al sector agropecuario‑ también tiene impacto en los recursos de las provincias. No podemos analizar los temas por separado, sino en conjunto".

-‑¿Santa Fe va a adherir a la ley de ART? 

-‑Lo estamos trabajando. Hasta ahora, sólo lo hicieron Capital Federal y Córdoba, en el resto de las provincias se está analizando porque hay discrepancias de los gremios, de los colegios de abogados y diferencias políticas, por supuesto. Nosotros tenemos la vocación de encontrar un punto de acuerdo sobre el tema porque nos parece importante bajar los conflictos laborales. Pero la paradoja es que la litigiosidad aumentan a pesar de que disminuye el número de accidentes laborales, parece que cuando menos conflicto hay a nivel laboral más aumentan los juicios -sorprendió Lifschitz con el dato. "Estamos trabajando en la búsqueda de consenso que permita que el proyecto tenga viabilidad en la Legislatura".

-‑¿La deuda de los 50.000 millones es un escollo en el diálogo con Macri?

-‑No, son caminos paralelos. El reclamo de la deuda no está en debate porque es un fallo de la Corte que es inapelable, sólo falta cerrar un acuerdo. Hace quince días volvimos a recurrir a la Corte, sin agotar las negociaciones que siguen por otra vía. Le pedimos a la Corte que ponga plazos más perentorios como lo hizo con San Luis para buscar una solución, pero eso no tiene nada que ver con el resto de los temas.

-‑¿No impide el diálogo?

-‑Por supuesto que no -concluyó Lifschitz.