El martes 23 de abril, la comunidad universitaria se congregó en una marcha desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo, en una contundente reclamo contra los recortes presupuestarios y las políticas de ajuste implementadas bajo la gestión del gobierno de Javier Milei. La convocatoria, que contó con una amplia participación, tuvo como objetivo principal exigir fondos para la educación pública, que es también un pilar fundamental para la lucha contra la exclusión sistemática que sufren las personas del colectivo LGBTTTIQNBA+.
La Columna Mostridisidente, que nucleó a varias organizaciones sociales y de artivismo del conurbano bonaerense, así como de disidencias autoconvocadas, sirvió de ejemplo de cómo la diversidad sexual exige un freno a las políticas neoliberales del gobierno nacional que afecta, siempre, a los más excluidos del sistema.
Ari, del Colectivo Yo No Fui, una de las organizaciones referentes de la columna dijo a SOY: "Esto es poder reponer las preguntas que tenemos con la educación misma. ¿Cómo nos impacta la educación pública en lo mostri? Tenemos que poder hacernos esas preguntas desde la disidencia". "Es una discusión que tenemos por dentro de las distintas organizaciones de la Columna Mostri, acerca de cómo nos están marcando las agendas y cómo las diversidades tenemos las nuestras", continuó.
"Armamos la columna por primera vez el paro del 24 de enero y luego en el 8M. La idea de venir como colectivo es poder marcar presencia también dentro de estos espacios", agregó Ari y explicó que desde YoNoFui crearon, por ejemplo, la escuela de Arte, oficios y experimentación política porque "creemos que las escuelas son espacios de refugio para las identidades que no se hallan en espacios formales".
En este sentido, Manu Mireles, activista trans y cofundadora y secretaria del Bachillerato Popular Mocha Celis, dijo: "Desde el Mocha estamos trabajando hace 13 años para garantizar el derecho a la educación de las personas travesti-trans y no binarias. Entendemos que la educación es una puerta de entrada para garantizar los derechos de forma integral".
"Los movimientos transfeministas y de la disidencia hemos dado una muestra en los últimos años de cómo nuestra presencia profundiza la democracia. La defensa de la Universidad Pública y Gratuita es un ejemplo claro de por qué debemos garantizar una democracia para todas, todes y todos. Por eso exigimos al Estado nacional que todas las personas, incluidas las de nuestra comunidad, tenga acceso a ese derecho y a todos los derechos para participar activamente de la democracia", agregó Mireles.
En la marcha, que se desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires, se hicieron presentes diversos sectores de la sociedad, desde la comunidad universitaria hasta organizaciones estudiantiles, científicas y de derechos humanos. También se sumaron legisladores de diversos sectores políticos y los seis colegios dependientes de la UBA, así como las tres centrales obreras – CGT, CTA Autónoma y CTA de los Trabajadores.
También Marlene Wayar, presente en la manifestación acotó que "la Universidad Pública es un orgullo nacional y la posibilidad real de transformación social permanente". "No es solo entender el dos más dos; los derechos humanos necesitan otro tipo de profundidad, estudio y tiempo de maduración", dijo en relación a la importancia de la educación en una sociedad e invitó a los miembros de la comunidad LGBTTTIQNBA+ a la marcha del 24 de mayo por la reparación histórica travesti-trans.
Wayar fue, de hecho, protagonista de una escena ejemplificadora de la importancia de esta columna y del reconocimiento de nuestra comunidad como sujeto político pero por sobre todo como sujeto digno de pelear por la educación y por un espacio en la educación. Encolumnada también desde la Mostridisidente, una persona que se había sumado a la consigna de marchar con un libro, eligió “Travesti, una teoría lo suficientemente buena”, de la propia Marlene, quien se lo firmó conmovida.
¿Cuál es la importancia de la Educación Pública para las personas disidentes?
El Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica, realizado entre mayo y septiembre de 2023, arrojó cifras alarmantes sobre la situación de exclusión y precarización que enfrentan las personas disidentes en el sistema educativo. Según este estudio, la mayoría de los participantes presentan un nivel secundario completo o superior incompleto, pero las personas trans, especialmente las feminidades, cuentan con menores niveles educativos en comparación con el resto de la muestra.
“Entre quienes asisten actualmente a un establecimiento educativo, un 16,7% señaló haber sido agredida o discriminada por profesores, directivos o personal de esta institución, mientras que un 20% vivió situaciones de agresión o discriminación por parte de compañeros de estudio. Estos números son considerablemente más altos para varones y masculinidades trans, feminidades o mujeres travesti-trans y para no binaries”, dice el informe elaborado con más de 15.000 testimonios de personas de la diversidad sexual de todo el país.
“Las tasas de desocupación son considerablemente mayores entre varones y masculinidades trans (14,3%), feminidades y mujeres travesti-trans (12,3%) y no binaries (10,1%)”, detalla el informe y agrega que durante la semana previa a responder el estudio, “el 3,2% de las personas encuestadas dijo haber tenido sexo a cambio de dinero u otro pago, o vender contenidos sexuales” y que casi un 15% del total “realizó alguna de estas actividades alguna vez en su vida”. La proporción esconsiderablemente mayor entre feminidades y mujeres trans, donde algo más de la mitad ha realizado trabajo sexual alguna vez.
Además, se registraron peores condiciones de vida entre las personas LGBTNb+ en Argentina, con altos porcentajes de desempleo y situaciones de trabajo sexual. La discriminación y las agresiones en ámbitos laborales también fueron destacadas, evidenciando la urgente necesidad de políticas inclusivas y de protección para esta comunidad.
Por esto, la importancia de la presencia de la comunidad LGBTTTIQNBA+ en este tipo de manifestaciones es imperante para defender los derechos conquistados y reclamar por los que falta. Aún más, y evocando a las histórica Lohana Berkins, porque “cuando una travesti entra a la Universidad, le cambia la vida; pero muchas travestis dentro de la universidad, le cambian la vida a toda la sociedad".