Hasta el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, conocido por sus ideas de derecha y sus políticas de ajuste, lo admite: un país sin Estado presente no garantiza plena libertad. “En Uruguay le decimos hacer piecito. Cuando uno era bajo y no podía saltar el muro le hacían piecito. Tenemos que tener un Estado fuerte para que el individuo pueda gozar de la libertad”, dijo este miércoles el mandatario durante la cena de la Fundación Libertad, marcando un claro contraste con el discurso anti-Estado de Javier Milei.
“No todos podemos disfrutar de la libertad. Acá seguramente casi todos se vayan en auto, duerman calentitos, los hijos estudien, mañana tienen laburo y tienen salud decente. Ahora, qué difícil gozar de la libertad individual si se vive en un rancho, si no se tiene acceso a una salud, si mis hijos no estudian y por ende no tienen una luz al final del camino para esforzarse”, reflexionó Lacalle Pou en ese sentido.
Luego, bajándole el tono a su discurso, el presidente uruguayo señaló que la “fórmula uruguaya” no es “extrapolable” a ningún otro país. “Hay algunas cosas que están en el ADN de nuestro país, que se trasladan aún con distinta sensibilidad de los gobiernos y que ya nadie discute”, dijo el mandatario, al explicar que el “Estado fuerte” es uno de esos “anclajes uruguayos”.
“Un Estado fuerte no quiere decir un Estado grande. Es más: para que sea fuerte seguramente no tenga que tener mucha dimensión”, aclaró en referencia a que deben existir “instituciones fuertes” y una “democracia fuerte”.
Después de dejar clara su postura sobre la importancia del Estado, el presidente uruguayo destacó que el “cambio en Argentina” tuvo efectos positivos en Uruguay, y agradeció, en ese sentido, que se haya oído su pedido para profundizar el canal de acceso al puerto de Montevideo a 14 metros.
“Íbamos y veníamos. Los grupos de presión siempre primaban en Buenos Aires y en Argentina. Asume este gobierno y a los tres meses Uruguay, como debió ser hace mucho tiempo, se beneficia con poder dragar el canal de acceso al puerto de Montevideo a 14 metros”, celebró Lacalle Pou, quien contó que llamó a Milei para agradecerle y éste le adjudicó la responsabilidad de la decisión a su canciller, Diana Mondino.
“Fíjense, en tan poco tiempo, lo que puede hacerse cambiando de mentalidad”, indicó el presidente de Uruguay. Y agregó: “Yo empiezo a soñar con que vayamos al Mercosur –el ministro (Paulo) Guedes lo intentó varias veces– y que dejemos de ser ese corset en una zona totalmente proteccionista, la quinta más proteccionista del mundo”.
“Uruguay quiere jugar en cancha grande y esperemos que el gobierno argentino, como lo ha dicho en campaña y estoy seguro que va a actuar en consecuencia, insista en un Mercosur que avance. Y si no quiere avanzar el Mercosur, porque cada uno tiene sus particularidades, que le digan a Uruguay: ‘Arrancá si te tenés fe’. Nosotros queremos arrancar y después vendrán los demás. Pero seguir inmóviles en un mundo que avanza tan rápido es un atraso para nuestra región”, analizó.
Y concluyó: “Un Lord inglés decía que los países no tienen amigos permanentes ni enemigos permanentes. Los países tienen intereses permanentes”.