En la previa de la reaparición pública de Cristina Kirchner, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, salió a poner paños fríos a los debates internos que cruzan a La Cámpora con los funcionarios provinciales e intendentes que buscan posicionar al gobernador Axel Kicillof como la figura emergente del peronismo. "Tenemos que tener la madurez de sentarnos y poder saldar debates y discusiones necesarias para el espacio de nuestra fuerza política", pidió Larroque.
El ministro convocó a volver a intentar unir a las distintas fuerzas del peronismo, a pesar de la experiencia del Frente de Todos, sobre lo que reflexionó que "hacer una coalición y después pelearse" fue un mal mensaje para la sociedad. Larroque consideró que esas internas durante la gestión de Alberto Fernández fueron por las que "pagaron el costo" de la victoria de Javier Milei, quien "aprovechó una etapa política con una crisis muy profunda de representación".
El propio Larroque había liderado las miradas críticas a la gestión de Fernández, cuando él aún era el secretario general de La Cámpora; espacio que abandonó en febrero de 2023 para lanzar la agrupación "La patria es el otro". "Me fui de La Cámpora porque entendí que nos teníamos que abocar a la construcción movimentista. Al final, no terminó del todo prolijo", reflexionó sobre su salida del espacio liderado por Máximo Kirchner, quien también es el titular del PJ bonaerense.
Las definiciones de Larroque sobre "un tiempo de reencuentro" llegan poco antes de que la ex presidenta y vicepresidenta vuelva a aparecer públicamente en un acto en Quilmes, partido gobernado por Mayra Mendoza, otra referenta de La Cámpora. "Es una buena oportunidad para reflexionar sobre este particular momento de la historia argentina, sobre este experimento del anarco-capitalismo y el sacrificio inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino", consideró Cristina al anunciar que participará del acto en el sur del Conurbano.
Larroque no dejó de marcar que el gobernador Kicillof --quien logró la reeleción en Buenos Aires, a pesar de las diferencias que mantuvo con La Cámpora al momento de definir la estrategia electoral-- es una "figura de peso con proyección nacional" y con quien hay que "colaborar constructivamente". Pero llamó a reflexionar sobre las consecuencias de un peronismo dividido.
Días atrás, Larroque y el senador Mariano Recalde --como representante de La Cámpora-- se cruzaron en declaraciones públicas. El ministro bonaerense había lanzado que "cualquiera que ose murmurar, conspirar o sembrar cuestionamientos extraños contra Axel Kicillof no está jugando a favor” del peronismo; mientras que Recalde le respondió que “nunca escuchó a un compañero del kirchnerismo cuestionando a Axel” y le marcó: “Los que andan en algo raro son aquellos dirigentes que cuestionan a Cristina”.
En medio de los cruces internos, el sábado será el turno de hablar de la ex presidenta, quien durante el año pasado atravesó un "operativo clamor" para que sea la candidata a las presidenciales y, tras rechazarlo, protagonizó varias intervenciones públicas en las que buscó ordenar la interna peronistas: desde el pedido de tomar el "bastón de mariscal", al de criticar que "no es para dárselo en la cabeza a otro compañero o compañera" y hasta el deseo de que "los hijos de la generación diezmada tomen la posta".