El Banco Central bajó nuevamente la tasa de interés de referencia del 70 al 60 por ciento anual. La entidad sigue con su plan de licuar activos en pesos como los plazos fijos, que a partir de ahora empezarían a pagar cerca del 4 por ciento mensual. Se trata de inversiones que ofrecen un rendimiento cada vez menor al de la inflación e impactan directamente en los ahorros en moneda local tanto de personas como de empresas. La licuación del stock de pesos es uno de los principales objetivos del equipo económico en su intención de abrir los controles cambiarios y lanzar un esquema de competencia de monedas. Las consecuencias de esta política la pagan los ahorristas.
Desde la autoridad monetaria dejaron trascender que la decisión de bajar la tasa de interés fue tomada a partir de la evolución de los datos de inflación de abril, que para algunos analistas rondaría el 10 por ciento o menos. Sin embargo, la principal explicación es la intención de reducir la cantidad de pesos que existe en el mercado interno (medido en términos reales).
El anuncio de este jueves es la cuarta reducción de la tasa de referencia que realiza la autoridad monetaria desde la asunción de Milei. La anterior se había producido hace apenas dos semanas con lo cual se muestra una marcada intención del gobierno de acelerar este proceso.
Con la disminución de las tasas de referencia, los bancos tienen vía libre para seguir comprimiendo el retorno que pagan por plazos fijos que colocan inversores minoristas y mayoristas. Los rendimientos de los plazos fijos que vencen a partir de mañana podrán renovarse una tasa de interés del orden de 4 por ciento, la cual es entre dos y tres veces más baja que la inflación mensual.
Por su parte, la contracción de la tasa de referencia genera impacto en los pasivos monetarios del Banco Central. Esto se debe a que a partir de este viernes los pases pasivos también tendrán un menor retorno. Sin embargo, a pesar que los pasivos monetarios se vienen reduciendo fuertemente en términos reales, algunos analistas aseguran que el saneamiento de las cuentas de la autoridad monetaria es artificial. Esto se debe a que medido en términos de dólares, el nivel de pasivos monetarios aumentó fuertemente. Se trata de una situación provocada por la fuertísima apreciación cambiaria de los últimos meses.
La creatividad contable que usa el gobierno para mostrar mejorías en variables macroeconómica no sólo se observa en el plano del stock de pesos de la economía, sino en las reservas internacionales netas, que se inflaron durante los últimos meses a partir de pisar el pago de importaciones y de emitir bonos para la deuda con importadores. Justamente, en este último punto, la autoridad monetaria informó que realizó este jueves una nueva adjudicación equivalente a 113 millones de dólares de Bopreal. Al mismo tiempo, aseguró que evalúa abrir la suscripción de este título para el giro de utilidades.
En detalle, la autoridad monetaria dijo que en la última colocación de Bopreal recibió pedidos de 147 empresas y adjudicó todas las solicitudes. En el acumulado de colocaciones de la serie 3 de este título, se llevan adjudicados el equivalente a 1197 millones de dólares. Estos bonos están habilitados para que se transfieran y se negocien en el mercado secundario. Pagan una tasa en dólares del 3 por ciento nominal y amortizan en 3 cuotas trimestrales, desde noviembre del 2025 hasta mayo del 2026.
“Se está evaluando la posibilidad de abrir la suscripción en las próximas licitaciones para empresas que requieran distribuir utilidades y dividendos a accionistas no residentes, concepto que ha requerido de conformidad previa del Banco Central para el acceso al Mercado Libre de Cambios desde septiembre de 2019”, adelantó la autoridad monetaria. Se prevé que la próxima subasta tenga lugar en la semana del 6 de mayo.