Desde Roma

El 25 de abril, el día que se conmemora cada año la liberación de Italia de la ocupación nazi y del fascismo de Benito Mussolini, ha sido siempre una fecha muy importante para recordar lo que sufrió el país y sus ciudadanos de 1922 a 1945. Pero este año, cuando se celebró el 79 aniversario de esa fecha, se temían reacciones profascistas, dado que algunos exponentes del gobierno de derecha nunca han condenado expresamente al fascismo y se han difundido algunas pintadas callejeras y panfletos que lo reivindicaban. Recientemente además, la RAI (Radio y Televisión Italiana) censuró a un conocido escritor y comentarista, Antonio Scurati, a causa de los contenidos antifascistas que iba a leer el 25 de abril en un programa.

El gobierno de la derechista Giorgia Meloni se justificó diciendo que la expulsión de Scurati era por “razones editoriales” y otros dijeron por “motivos económicos. Cosa que fue abiertamente desmentida por el interesado y otros miembros de la RAI. La suspensión de Scurati desató muchas críticas en el mundo político contra el gobierno de Meloni.

El asesinato de Matteotti

El texto de Scurati hacía referencia al secuestro y asesinato del político socialista italiano Giacomo Matteotti en 1924, de parte de un escuadrón fascista, y del cual este año se cumplen 100 años. Mussolini había asumido dos años antes, en 1922, como presidente del Consejo de Ministros del Reino de Italia (es decir primer ministro). El texto también hacía referencia a otro hecho muy importante de la historia italiana, la Matanza de las Fosas Ardeatinas, en la que los nazis ( entre ellos el SS Erich Priebke que escapó y vivió en Argentina) mataron a 335 civiles, prisioneros políticos, judíos, presos comunes, como venganza por un atentado de la Resistencia contra los nazis el día antes, en el que murieron 33 soldados alemanes. El texto de Scurati concluye pidiendo a la primera ministra Meloni que pronuncie públicamente la palabra que hasta ahora siempre ha evitado: antifascismo.

Scurati, que desde que fue expulsado dice sentirse como un centro de atracción al que apuntan los fascistas, asistió a la manifestación por el 25 de abril que se hizo en Milán, una de las más importantes del país. “Quien no es violento ni brutal, se una a los demás. Somos la mayoría, somo millones pero tenemos que reaccionar a todo esto. Tenemos que estar unidos para contrastar la violencia fascista”, declaró luego de leer su texto censurado y llevando en mano un clavel rojo, símbolo del Partido Socialista de Matteotti.

Las manifestaciones

Para recordar los desastres del nazifascismo, sobre todo en este período histórico en el que los gobiernos de derecha están avanzando en Europa (Polonia, Hungría e Italia hasta ahora), el ANPI (Asociación Nacional Partisanos de Italia) y otros entes, organizaron decenas de manifestaciones callejeras, eventos como conferencias, conciertos, proyección de películas, carreras de bicicleta, almuerzos y cenas callejeras, muestras de arte, charlas sobre el rol de las mujeres en la Resistencia, paseos históricos por lugares por los que pasó el movimiento de la Resistencia. Los partisanos (partigiani en italiano) que integraban la Resistencia, fueron los primeros protagonistas de las batallas contra el nazifascismo hasta la llegada de los Aliados con quienes después coordinaron su accionar.

Los eventos para conmemorar este 79 aniversario fueron organizados en al menos 75 ciudades repartidas por todo el país. Al parecer la presencia en los eventos de este 25 de abril fue numerosa aunque no hay cifras oficiales sobre todas las ciudades. En Milán, ANPI dijo que participaron más de 100 mil personas.

“Hay que lanzar una alarma. Hoy está en discusión la democracia, la libertad, la igualdad, el trabajo, la solidaridad, la paz. Es decir toda la república democrática que se funda en la Constitución y que nació en la Resistencia”, según el ANPI nacional.

Según una encuesta publicada por el diario romano La Repubblica, para el 82% de los italianos la fiesta de la Liberación debe seguir siendo celebrada y el 72% se define antifascista. Según la encuesta además, la mayoría de los partidos italianos está a favor de la celebración mientras dos de los partidos de ultraderecha que están al gobierno, Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni y La Liga de Matteo Salvini, están divididos sobre este tema.

En los actos estuvieron presentes varios de los pocos sobrevivientes de aquellos tiempos, entre ellos el partisano Dorino Cantarutti de 97 años, que asistió a la marcha con su sombrero de partisano, y las “staffetta” (mensajeras) - mujeres que colaboraban con la Resistencia llevando mensajes, en general en bicicleta, de un grupo a otro de los partisanos- Luciana Romoli, que empezó como “staffetta” cuando tenía 13 años, y Sonia Aquilotti, hoy 88 años, que comenzó a hacer de mensajera a los 7 años.

En las marchas de Milán estuvo presente también la secretaria del Partido Democrático (PD, centroizquierda) Elly Schlein mientras otros exponentes del PD, como el presidente de la región Emilia Romania, Stefano Bonaccini y el secretario de la principal central sindical de Italia, CGIL, Maurizio Landini, estuvieron presentes en Marzabotto (región Emilia Romania), donde nazis y militares fascistas cometieron varias matanzas en distintas localidades, que costaron la vida a más de 1.800 personas.

Mattarella: “Sin memoria no hay futuro”

El presidente de Italia, Sergio Mattarella (que no es de derecha) colocó una corona de laurel como es tradicional, en el monumento llamado Altar de la Patria, en el centro de Roma, que recuerda a todos los caídos en la guerra. También estuvieron presentes allí la primera ministra Meloni y el presidente del Senado, Ignazio La Russa.

Mattarella luego viajó en helicóptero a la localidad Civitella Val di Chiana (región de Toscana) para recordar a los 244 civiles que los nazis mataron allí en 1944. En esta oportunidad el presidente habló de los esfuerzos que hicieron los italianos para recuperarse del nazifascismo. “Un rescate moral, antes que político, que recuperaba los valores ocultados y maltratados por la dictadura: la libertad en lugar de la imposición, la fraternidad en lugar del odio racial, la democracia en lugar de la opresión, la humanidad en lugar de la brutalidad, la justicia en lugar de la arbitrariedad, la esperanza en lugar del miedo”, dijo. Y destacó además cómo la propaganda fascista negaba lo innegable, desmentía lo sucedido diciendo que eran falsas las noticias de las matanzas que ya entonces se difundían. “Unidos en el antifascismo. Sin memoria no hay futuro”, concluyó.

Pro-israelíes y pro-palestinos

Previendo la posibilidad de conflictos entre grupos adversarios, o entre grupos pro-israelís y pro-palestinos que también estuvieron presentes o hicieron manifestaciones paralelas, la policía impuso estrictas normas de seguridad, cerrando algunas calles cercanas a las manifestaciones y controlando a la gente. Escuadras de policías con cascos, palos y escudos, limitaban el espacio e impedían que grupos opuestos se acercaran.

En efecto hubo encontronazos, sobre todo gritos e insultos, entre las organizaciones pro Palestina y los representantes de la comunidad judía de Roma y de la Brigada Hebrea. Esta última recuerda el grupo militar de jóvenes voluntarios judíos que formó parte de la Resistencia durante la guerra. Eran originarios de Palestina, entonces bajo control británico.

En la plaza de Porta San Paolo de Roma, los propalestinos gritaban “Palestina libre, Palestina libre” y en algunos momentos tiraron piedras y latas vacías contra los periodistas que estaban cubriendo el evento. En esta manifestación participaron unos 300 personas, entre ellos estudiantes palestinos y organizaciones de estudiantes universitarios. En Plaza del Duomo de Milán también hubo algunos incidentes de este tipo.

Cuando la marcha palestina de Roma pasó frente a las puertas de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) protegidas por la policía, donde estaba la bandera de Israel junto a las banderas de todos los demás miembros de la ONU, los propalestinos gritaban que “la policía protege la bandera de un estado genocida”. En otra manifestación pro Palestina en Génova, los manifestantes levantaron cartelones que decían: “La Resistencia es antisionismo. Palestina libre”.

Meloni y los ministros

De su parte la primera ministra Meloni, que prefiere no enfrentarse a la prensa, especialmente en estos días de polémicas por la expulsión de Scurati de la RAI, publicó una declaración en los social: “En el día en el que Italia celebra la Liberación, que con el final del fascismo puso las bases para el retorno de la democracia, reiteramos nuestra aversión a todos los regímenes totalitarios y autoritarios. Los de ayer, que han oprimido los pueblos de Europa y del mundo, y los de hoy, que estamos decididos a contrastar con esfuerzo y coraje. Continuaremos trabajando para defender la democracia y por una Italia capaz de unirse sobre los valores de la libertad”, escribió.

El ministro de Exteriores, Antonio Tajani de Forza Italia, estuvo presente en cambio en las Fosas Ardeatinas de Roma mientras el ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini de la ultraderechista Liga, aprovechó el día para presentar en Milán un libro suyo que ya había difundido a través de las redes sociales. Interrogado por la prensa, Salvini se mostró molesto porque los periodistas le preguntaron por cual razón había decidido presentar su libro hoy cuando en realidad era el día de una conmemoración. Y respondió que para él hoy era una jornada de trabajo además de la conmemoración. Otras preguntas fueron ¿Es éste un gobierno antifascista? “Es un gobierno elegido por los ciudadanos. El antifascismo me parece evidente”. ¿Algunos tienen nostalgia del fascismo? “No, espero que no”, dijo.