El posicionamiento político contra el gobierno de Javier Milei fue contundente en el predio de La Rural. “El libro es cultura, y en momentos en los que se encuentra hackeada, atravesada por el intento de desfinanciamiento, la Feria se erige como un faro cultural en el medio de la oscuridad”, dijo Alejandro Vaccaro, el presidente de la Fundación El Libro (FEL) en la apertura de la 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que tuvo como principal oradora a una lúcida y extraordinaria Liliana Heker. Ovacionado por editores, escritoras y expositores, Vaccaro cuestionó el “ataque despiadado a todas las expresiones culturales” y afirmó que concurrir a la Feria este año “representa un acto de rebeldía y de resistencia”.
“No registra la memoria de nuestra Feria que el Gobierno Nacional haya estado ausente, sin un stand, en este evento”, subrayó el presidente de la FEL y advirtió que la excusa de que la participación implicaba una erogación de 300 millones de pesos “no es otra cosa que una flagrante mentira”. También confirmó que el Banco Nación se retiró como sponsor por “una orden que vino de arriba”. Vaccaro criticó a Milei, que se presentará el domingo 12 de mayo en la Pista Central de La Rural. “Su presencia implica una serie de erogaciones extraordinarias, que la Fundación El Libro no puede afrontar. Se lo digo con una mano en el corazón: ‘No hay plata’. Por lo tanto, todo lo atinente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el Tesoro Nacional”.
El jefe de gobierno de la Ciudad, Jorge Macri —muy abucheado y sólo celebrado por un puñado de seguidores— cometió un furcio memorable cuando mencionó que el español Enrique Vila-Matas es “un escritor portugués” junto a José Saramago y Fernando Pessoa. Aunque anunció la incorporación de más de 20 mil volúmenes en las bibliotecas públicas de la Ciudad y el envío de libros a domicilio para personas mayores de 65 años o con movilidad reducida, una mujer gritó: “¡Los chicos no comen!”.
Heker, maestra de varias generaciones de escritores, observó que “el libro adquiere una significación especial en estos momentos” y es “un justo representante de todo lo que hoy es atacado en el campo de la cultura”. La autora de Zona de clivaje reconoció que hay una intención manifiesta del gobierno de menoscabar o suprimir el desarrollo científico, la creación artística y la formación universitaria. “El objetivo de ese ataque sería reducir al máximo el número de los que saben leer: apocar al adversario potencial”, reflexionó la escritora y enfatizó “la irresponsabilidad verbal tan desembozada que más bien se parece a un chiste” del vocero presidencial (Manuel Adorni) cuando aclaró que “no era cierto que a los jubilados un aumento prometido se les iba a pagar en dos cuotas; no: simplemente se lo haría en dos momentos distintos’”. En la “pequeña antología de sinsentidos” la escritora sumó exabruptos de Milei como “El estado es una organización criminal” o “La justiica social es un concepto aberrante”.
Ovacionada en varios momentos, recordó la larga fila que se formó en el Ministerio de Capital Humano para acceder a una ración de alimentos; pero nadie los atendió. "Semejante crueldad es difícil de concebir, pero ocurrió", señaló Heker y el inventario de cuestionamientos se engrosó con la “sorpresa” del Jefe de la Cámara de Diputados Martín Menem. “Después de la manifestación multitudinaria del 24 de marzo dijo con cierta alarma que no se explicaba el motivo por el cual habían asistido jóvenes de dieciocho años a esa manifestación”. A continuación intepretó la frase de Menem. “Algo está fallando en el programa, sin duda: pese al empeño gubernamental no se ha podido conseguir, hasta el momento, una nueva y completa generación de ignorantes”, advirtió y luego subrayó que la política de “ignorancia para todos” no va a llegar “muy lejos”. Hacia el final de su discurso mostró “su hilacha optimista” cuando mencionó “el principio de un camino” en el que hay que estar “bien despiertos y presentes” porque “no hay marcha atrás”.
Lo primordial, según planteó la escritora, es encontrar los carriles para coincidir en lo esencial: una buena alimentación, una educación de calidad, una salud protegida, acceso a una vida digna, enumeró en ese orden. “La vida que se pierde hoy ya no se recupera”. Para concluir expresó que espera que en un futuro muy cercano “nuestra amada Universidad Pública esté funcionando a pleno y cada vez con más estudiantes” y que haya “muchas otras Ferias del Libro a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Cada vez con más concurrencia, cada vez con más creatividad, cada vez con más lectores”.