Marcos Galperín, el empresario más poderoso de Argentina y blanqueado militante del gobierno de Javier Milei fue noticia en las últimas horas por sus polémicas declaraciones sobre el estado de la economía argentina. En un extenso reportaje con la revista británica The Economist, el empresario usó una metáfora de enfermedades varias para describir la situación: “La economía argentina es como un deportista que una vez fue el mejor del mundo. Ahora está obeso, es un adicto a las drogas, tiene cáncer, sida y es alcohólico”, declaró el empresario.

En este contexto, defendió la política del Gobierno de Milei al asegurar que lo que el Presidente hizo en los primeros meses de gestión es "impresionante". Entre esas cuestiones destacó los superávit mensuales, la baja de la inflación y la confianza que generó en los mercados. De este modo, apuntó que "le quitaron el alcohol y las drogas (a la economía argentina), pero eso también es muy doloroso”, en relación al ajuste del gasto público. De todos modos, dijo que aún falta y volvió sobre la metáfora de mal gusto y polémica al decir que "el paciente todavía tiene cáncer, sida y es obeso porque para que eso cambie hay que reformar muchas cosas". 

En el artículo, titulado "Conocé al hombre más rico de Argentina", se refleja algo de la historia de Galperín y hasta culmina con una idea que el empresario plantea sobre los modelos políticos progresistas o peronistas. La publicación cuenta que, en la nota, el ceo de Mercado Libre "se preocupa por la influencia del pensamiento de izquierda, una característica destacada del último gobierno peronista de Argentina; traza una línea recta desde el pensamiento de izquierda hasta el socialismo y la dictadura". Y luego, el propio entrevistado concluye que "todo comienza con un discurso realmente bonito sobre la igualdad y termina en autoritarismo y pobreza". 

Militancia libertaria

El artículo de The Economist justifica que, "como muchos argentinos, Galperin se ha radicalizado por años de caos económico. En 2019 se autodenominó demócrata de Bill Clinton. Hoy en día apoya al presidente de Argentina, Javier Milei, autodenominado ‘anarcocapitalista’. Y agregan que "cuando Milei fue elegido en noviembre, Galperin publicó una foto de palomas rompiendo cadenas con una palabra: ‘Libres’”. 

El dueño de Mercado Libre se fue a vivir a Uruguay ni bien terminado el Gobierno de Mauricio Macri, por el cual militó y hasta fue fiscal de mesa en las elecciones en las que el líder PRO perdió con Alberto Fernández. A los fines prácticos de impulsar la campaña de Macri, armó un grupo de Whatsapp llamado "Nuestra Voz", con el que promocionaba la candidatura del ingeniero. 

Con el paso del tiempo, Galperín viró al pensamiento libertario y empezó a tener una actividad agresiva y confrontativa en redes sociales, sobre todo en X. El chat Nuestra Voz se desvirtuó y se "vendió" a la causa de Milei. Y Galperín blanqueó su apoyo al flamante presidente. Curiosamente, expuso un discurso anti Estado que no se condice con sus propios orígenes como hombre de negocios en Argentina. Su empresa nació con subsidios del gobierno kirchnerista a las empresas de software, en el marco de la ley de fomento del sector. 

Eso permitió que Mercado Libre pasara de un experimento a comienzos de los 2000 a ser, en algo más de 10 años, la empresa más grande del país y la transnacional argentina más importantes del mundo. Su dueño, en tanto, se consagró, según el ranking Forbes, en el millonario nacional más rico, superando a Paolo Rocca, dueño de Techint y a Luis Pagani, de la alimenticia Arcor. Junto a los dueños de Globant, Eduardo Elsztain de IRSA, la familia supermercadista Braun y otros unicornios, se estableció como la base empresaria del gobierno de Javier Milei, la que lo sostiene con un mensaje positivo sobre su gestión mientras la actividad económica entra en un proceso de recesión que no parece encontrar piso y ya se está cargando no sólo niveles de actividad sino puestos de trabajo.