La respuesta dejó esperanzas: “Lo voy a intentar”. Así contestó Axel Kicillof al pedido que le hicieron entidades rurales para que fuera un interlocutor del campo bonaerense con el Gobierno nacional. La misma solicitud llegó dos días después a la Legislatura, y el peronismo se mostró abierto al diálogo por el impuesto inmobiliario rural, pero aclaró que es “difícil” ser un nexo con la Nación.
El enredo de la cuestión está en que el reclamo que incluyó un llamado a “rebelión fiscal” fue contra la provincia. Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei triplicó el valor del gasoil, elevó el impuesto PAIS al 17,5 por ciento para insumos importados como los fertilizantes e incrementó las retenciones. Los productores lo reconocen, pero no hay manifestaciones contundentes contra el autodefinido “león”.
En este marco, la conversación en el Salón Dorado de la Gobernación nunca subió de tono, dicen los presentes. Sí tuvo una impronta del gobernador que combinó sorpresa y un constante tono de interrogación para con los dirigentes. “Como verán yo no salí a contestar públicamente, pero ¿en serio pueden decir que esto es un impuestazo?”, apuntó Kicillof.
“¿Estuvimos trabajando cuatro años bien y ahora salen con esto?”, fue una de las preguntas del gobernador. “¿Por qué este trato después de todo lo que hicimos?”, fue otra.
Para uno de los productores que asistió al encuentro, la reacción de los dirigentes rurales que comandan las principales entidades agropecuarias mostró que “los dirigentes deben dejar de ser rottweillers que ladran afuera”. Contó que se desligaron del término “impuestazo” y dijeron que titular de esa manera es “cosa de los medios”.
Tras el momento de pasar en limpio los objetivos del sector, la reunión le permitió a Kicillof exponer todas las inversiones que tuvo la provincia para con el sector. También asumió el compromiso de evaluar aquellas partidas donde el aumento del inmobiliario rural haya estado por encima de los topes establecidos por la Ley Fiscal Impositiva votada en la Legislatura a fines del 2023 con el apoyo del peronismo, el PRO y parte del radicalismo.
A los fines de avanzar en este punto, dos días después de estar con Kicillof la mesa de enlace se reunió en la Legislatura con todos los bloques de la Cámara de Diputados. Ante Unión por la Patria volvieron a mencionar la falta de comunicación con el gobierno de Milei y lanzaron el mismo pedido de interlocución.
“Les dijimos que era difícil”, señaló a Buenos Aires/12 uno de los diputados peronistas presentes, en coincidencia con el gobernador. Aunque también aclaró que “es momento de que ellos se hagan cargo porque todos votaron a Milei”.
¿Dónde está el problema?
“Es una cuestión ideológica”, afirma a este medio el legislador de Unión por la Patria acerca de las razones por las que la mesa de enlace provincial, integrada por la Sociedad Rural Argentina, CARBAP, Federación Agraria (FAA) y CONINAGRO, decide enfocar sus quejas hacia el gobierno provincial. Pero no es el único con este pensamiento.
Dos productores que estuvieron presentes en la reunión que la Mesa Agropecuaria Bonaerense mantuvo con el gobernador el lunes pasado, tienen la misma postura. Uno representa a una de las cuatro entidades de la mesa de enlace. El otro, a pequeños productores del interior.
El primero considera que el inmobiliario “solo fue la gota que rebalsó el vaso, pero que lo grave es lo macroeconómico”. El segundo cree que el inmobiliario “no es determinante” como sí lo es, por ejemplo, la apertura de importaciones de alimentos o el aumento del impuesto PAIS a las importaciones. “Eso sí hace desaparecer a los productores tal como pasó en los años noventa”, señaló.
Ante el planteo de ser un puente con el Gobierno nacional, que llegó de la voz de Andrea Sarnari de FAA, Kicillof aseguró que él mismo tiene dificultades para encontrar interlocutores con la Nación. En el último tiempo, incluso, hizo tres presentaciones a la Corte Suprema de Justicia por los fondos que Milei decidió recortarle a los bonaerenses, como el Incentivo Docente y el del Transporte.
Tras esa explicación, aprovechó para marcar el rol de la provincia en los años de su gestión con Javier Rodríguez al frente del Ministerio de Desarrollo Agrario. “Mejoramos 5 mil kilómetros de caminos rurales, creamos la Policía Rural e impulsamos la construcción de centros universitarios para promover que las y los jóvenes puedan realizar sus estudios superiores en sus localidades”, indicó. “Como lo hemos hecho durante la sequía con los instrumentos del Banco Provincia, nuestra intención es continuar trabajando junto al sector para sostener la producción”, agregó.
La diversificación en los tipos de créditos para subsanar las particularidades de cada economía regional, o la participación del banco que preside Juan Cuattromo en los préstamos a tasa subsidiada para la compra de maquinaria agrícola, son algunos de los ejemplos que exhibe la provincia.
Por estos motivos Kicillof arrancó el encuentro con una serie de interrogantes. Quizás por eso no hubo ataques en vivo y en directo. Puede ser que, enterada de lo sucedido en la reunión, la multifacética senadora Florencia Arietto, hasta ayer del PRO larretista y hoy firme defensora de La Libertad Avanza, cuestionó el accionar de las cabezas de la mesa de enlace.
“Hago pública mi posición porque no soy careta, los productores de base no están de acuerdo con las cabezas de la mesa de enlace y menos después del apriete que hicieron para vaciar la manifestación de Azul en consonancia con el gobierno provincial”, dijo vía X.
La referencia es al fracaso de la movilización por el llamado a la rebelión fiscal de José Luis Espert. El dirigente libertario estaba invitado y no fue. Sólo asistió Arietto junto a Alfredo De Angeli, quien criticó la baja asistencia ya que sólo se congregaron la plaza menos de cincuenta productores.
El problema de la macro
“Hay un retraso cambiario, una caída en los precios internacionales de los commodities, con derechos de exportación elevados, una enorme cantidad de impuestos sobre los insumos y se la agrega una pérdida del poder adquisitivo del salario que obviamente pega en los productores.”
El resumen no llega de parte del gobierno, sino de uno de los dirigentes que asistió al encuentro de Kicillof. Es parte de una de las cuatro entidades rurales que integran la mesa de enlace y asegura a este medio que “el inmobiliario rural no le pega al conjunto de productores, pero sucede que estamos golpeados, tratando de recuperarnos de la sequía y las inundaciones”.
Su lectura sobre el encuentro con el gobernador es positiva. Resalta el rol de Rodríguez al frente del ministerio y sostiene que estos encuentros permiten darle continuidad a una modalidad de trabajo dialógica con el gobierno provincial.
Estos planteos también encuentran eco en el sector de los pequeños productores. “Hoy estamos todos endeudados con las cooperativas de acopio porque de treinta quintales de soja que te rinde una hectárea de zona núcleo, con la sequía rindió cinco, a lo que se suma que tu costo de producción eran veinte quintales, más o menos”, explica.
Esa deuda es en dólares. Ese monto, detalla, creció exponencialmente con la devaluación del 118 por ciento orquestada por el ministro de Economía de la Nación, Luis “Toto” Caputo. “Nadie se queja de eso en las rutas”, remarca el productor que pide reserva de identidad.
Ambos coinciden en que, por estas confusiones, hoy se benefician quienes están detrás de las verdaderas causas de los problemas que afrontan los productores: los pooles de siembra. “¿A quién le van a cobrar más barato el fertilizante, a mí que tengo menos de 300 hectáreas o un grupo económico que tiene 60 mil?”, pregunta uno de los productores.
Planteos y soluciones
El reclamo por el inmobiliario rural fue puesto sobre la mesa ante Kicillof y días después llegó a la Legislatura. La voz cantante del tema la llevó Horacio Salaverry de CARBAP. Según los datos de las entidades rurales, hay partidas que debían tener un aumento por debajo del 200 por ciento y se encontraron con incrementos superiores.
Según explicaron desde la Legislatura a este medio, en muchos casos de debe a que se anuló el beneficio del buen contribuyente que reducía en un 20 por ciento el impuesto. Para el Ejecutivo provincial no hubo errores en la liquidación.
Pero la voluntad de la provincia está en revisar las partidas. El gobernador detalló, como lo hicieron sus funcionarios a lo largo de estos meses, que hay más de 300 mil partidas rurales, donde sólo 3.762 quedaron exentas del tope por su elevada valuación fiscal. Por eso insistió en que no se puede hablar de impuestazo. Y, cuentan los presentes, se comprometió a traer soluciones.
Según pudo saber este diario de un diputado de UxP que mantiene diálogo con el Ejecutivo, “alguna respuesta positiva va a tener el sector”. “No van a poner la quinta cuota o le van a poner un tope a la indexación entre cuotas”, dijo.
Los productores, en su mayoría, se fueron conformes. “En mi distrito hay 3.200 kilómetros de caminos rurales, y cuando María Eugenia Vidal asumió recibió tres camionetas para patrullaje, pero al irse dejó sólo una y en pésimo estado, mientras que Axel terminó el 2023 con cinco camionetas y paga los services”, sintetiza uno de los productores.
También se planteó la necesidad de avanzar con las emergencias agropecuarias, pero desde la cartera nacional que comanda Caputo aún no convalidaron los decretos firmados por la provincia.
A pesar de la derrota en el balotaje a nivel nacional, las elecciones de octubre mostraron un fuerte triunfo de Kicillof en las secciones cuya matriz económica es agropecuaria. Ganó en todas, menos en la sexta, la cuna del trigo bonaerense.
“Si no nos sacan los derechos de exportación al trigo no se va a sembrar trigo, porque si bien hay contratos firmados, se invertirá menos e tecnología y entonces tenés menos toneladas por hectárea y un volumen más bajo para el país”, apunta uno de los dirigentes rurales.
¿La consecuencia? El retorno al monocultivo sojero tal como fue en la década del noventa.