“Marcha que te hace falta / Nietas y brujas van a marchar / SUBE, carga la SUBE / Y este 8M vení a marchar / Tal, talk, talk... pura mierda Milei / Yo, yo, yo voy al Congreso otra ve´/ No, no, no damos ni un paso atrás / Ya tenemos el aborto legal”. La melodía es de “Quiénes son?”, el hitazo de Lali. La letra responde a la coyuntura, es interpretada por Mariu Serrano y se enmarca en un curioso fenómeno gestado durante la campaña electoral en el canal de streaming Gelatina. En Tres Estrellas, programa conducido por Pedro Rosemblat, Marcos Aramburu e Ivana Szerman, había una sección llamada Fábrica de Jingles a la que músicxs de distintos puntos y colores políticos mandaban sus jingles de campaña reversionando temas populares. Hoy continúan con la movida y la paleta musical va desde María Elena Walsh hasta Babasónicos pasando por RIFF, Los Pibes Chorros, Shakira, J Lo, María Becerra, Trueno, Goyeneche, Los Cafres y Divididos, entre muchos otros. Este domingo a las 20 presentan Capítulo 1: Nos une el espanto en La Tangente (Honduras 5317).

La Mafia Jinglera son Blas Ferrari (guitarra y voz), Lautaro Alvarez (bajo y voz), Mailén Eliges (batería), Mariu Serrano (coros y voz), Pedro Alonso (guitarra y voz) y Sato López Duque (teclados). “La Mafia Jinglera se desprende de lo que fue la Fábrica de Jingles de Gelatina en 2023. Lautaro, Mariu, Pedro y yo mandábamos jingles semana a semana, y para las Vedadas y los Festivales de Jingles en el Complejo Art Media tuvimos la tarea de armar una banda para tocar en vivo. Ahí se sumaron Mailén y Sato. Con el resultado de las elecciones, la movida terminó antes de lo que creíamos pero se armó un grupo muy bueno a nivel humano y capacidad de laburo. Además del chiste, todos encontramos en los jingles una forma de hacer catarsis con lo que estaba pasando”, dice Ferrari en diálogo con Página/12. El guitarrista cuenta que mucha gente del público jinglero pensaba que ellos eran amigos y aclara: “Salvo Mariu y yo que nos conocíamos por ser de zona oeste y tocar en los mismos lugares, el resto no nos conocíamos”.

El grupo tiene el desparpajo y la irreverencia de la juventud: en las letras apelan al chiste y la comicidad pero también apuestan a una reflexión aguda, a la disección cruda de la escena política argentina. Cuando se les pregunta sobre el título del espectáculo, Serrano responde que lo eligieron como un chiste pero también por su anclaje en la actualidad: “Quienes nos sentimos identificados con distintas fuerzas políticas o líderes, hoy estamos ante una gran orfandad y nos encontramos en la defensa de banderas como la democracia, la industria nacional o la educación pública. La fuerza y las ideas que nos gobiernan hoy desprecian en gran medida todo eso, entonces a pesar de que nos embanderamos con cosas positivas, lo que nos termina uniendo es el espanto ante la posibilidad de que nos arrebaten esto”. 

La cantante agrega que en la propuesta hay altas dosis de humor y la idea de los capítulos propone vislumbrar “cierta esperanza porque en algún momento puede haber un capítulo 2 con un tono un poco más arriba, una nota más positiva”. Serrano aclara que el repertorio cambia todo el tiempo al ritmo vertiginoso de la coyuntura: “Tenemos muchas canciones que hablan de cuestiones muy puntuales, entonces es una manera de contarle al público que cada show que vengan a ver será diferente. Probablemente eso nos pase mes a mes por la misma coyuntura y también porque somos unos manijas que nos la pasamos produciendo nuevo material”.

Para Alonso la música en vivo, el humor político y la performance “son tres condimentos necesarios para hacer un buen show”. Hasta ahora hubo música y humor político, pero el domingo enfrentarán el desafío de la representación: se subirán al escenario para tocar ante el público y por eso aluden a la idea de performance. “Además, habrá otro tipo de intervenciones con el objetivo de entablar un vínculo con el público –adelanta–. Detrás de la música y el humor hay un vínculo entre quienes hacemos las canciones y quienes las disfrutan, se divierten, se conmueven”. Alonso asegura que la potencia de esa combinación está en la gente y señala que “la música, el humor y la representación son las herramientas para que ese vínculo suceda”. Por otra parte, destaca la necesidad de salir de la virtualidad: “Si bien es un ambiente que nos favoreció mucho, no queremos quedarnos ahí. Creemos que hay que hacer comunidad y fortalecer los vínculos sociales en estos momentos donde el individualismo es la hegemonía. Hoy cada uno está en lo suyo y las pantallas se quedan con gran parte de lo afectivo, lo emocional e intelectual. Nosotros respondemos con eso que tanto le molesta a la actual gestión: un poquito de colectivismo”.

Alvarez adelanta que para La Tangente tienen preparado un show de una hora y media con canciones postelectorales (a excepción de una): “Es el fruto de cuatro meses de laburo de composición y pasamos por todas las etapas de lo que sería el duelo postelectoral, el dolor cotidiano de estar sufriendo un gobierno nefasto”. El bajista asegura que la banda está mucho más sólida y dice que se han dado el tiempo para pensar arreglos que sumen a cada tema. “El show se llama Nos une el espanto así que tenemos una serie de declamaciones y cuestiones para contarles a quienes se acerquen, y quienes compraron su entrada anticipada se llevarán un cancionero como souvenir. Tenemos muchas ganas de tocar y cantar en vivo, de encontrarnos con la gente para exorcizar un poco este cotidiano tan negativo. Será una noche de sonrisas, de cantar en grupo y cruzar miradas. Aunque todo esto sea terrible, nos tenemos los unos a los otros”, concluye.

*La Mafia Jinglera se presentará en La Tangente (Honduras 5317) a las 20. Entradas por la web oficial.