El jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue ayer a dar su último informe del año ante el Senado. No hubo brindis de despedida sino un intento por defender el paquete de reformas que impulsa el Gobierno. “No hay ningún sector económico argentino que se vea afectado con las medidas”, aseguró Peña. Sin embargo, recibió una catarata de críticas de los senadores peronistas, quienes denunciaron que anuncios como la suba del impuesto al vino o la eliminación de aranceles a la importación de productos electrónicos tendrán efectos fuertemente negativos sobre los trabajadores y las economías regionales. “Condenan a Tierra del Fuego a un estallido”, alertó el senador José “Nato” Ojeda (PJ-FpV). “Le mintieron en la cara a la industria vitivinícola”, disparó la kirchnerista mendocina Anabel Fernández Sagasti. Según pudo saber PáginaI12, los senadores de Cambiemos también expresaron su rechazo a las medidas, aunque lo hicieron en la reunión previa que mantuvo Peña con el interbloque.
A diferencia de las presentaciones anteriores, Peña no centró su exposición en un repaso de los números de la gestión sino más bien que buscó defender y explicar las medidas anunciadas el lunes por el presidente Mauricio Macri y el martes por ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Estuvo acompañado por la secretaria de Relaciones Parlamentarias, Paula Bertol; el secretario de Medios, Jorge Greco; y el titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi. Ya había recibido el malestar de los propios legisladores de Cambiemos en la reunión que mantuvo a puertas cerradas en el despacho de la presidencia del bloque radical.
En el cuarto discurso ante el Senado, Peña trató de mostrarse comprensivo y reiteró sus habituales consignas sobre el diálogo y el consenso. “Buscamos una agenda de unidad que no divida sino que busque celebrar los puntos en común y estamos convencidos, más allá de una campaña electoral, de que en muchos de estos acuerdos estamos mucho más cerca de lo que muchas veces se piensa”, señaló el jefe de Gabinete, que insistió en que las propuestas serán sometidas a debate “sin imposiciones”. Afirmó que los tres ejes del plan de reformas anunciado por Macri están vinculados a la responsabilidad fiscal, la calidad institucional y la creación de empleo. A los senadores les pidió que avancen en las reformas del sistema impositivo, el previsional y con la reforma política, que gracias a la acción del Senado logró frenar la implementación del voto electrónico. Así como ocurrió con el denominado “segundo semestre”, ahora Peña afirmó que las medidas favorecerán “el desarrollo y la creación de empleo”.
Ojeda fue uno de los primeros en salir al cruce. Denunció que la eliminación de aranceles implica que los productos hechos en su provincia “ya no tienen sentido de ser fabricados” y que por eso “los sueños se convirtieron en pesadillas”. Según Dujovne, los aranceles del 17 por ciento que protegen a la industria nacional serán suprimidos en el caso de celulares y televisores, entre otros productos. Las expresiones del senador fueron en línea con las duras críticas de la gobernadora del PJ, Rosana Bertone.
Tanto Fernández Sagasti como el sanjuanino Ruperto Godoy encararon el tema de la producción de vino. La mendocina recordó que hace unos meses negaron públicamente la implementación de un impuesto al sector. “El vino es parte de la tradición y la cultura de todos los argentinos, y con este ‘impuestazo’ el vino pasa de ser una bebida nacional a ser una bebida perjudicial para la salud”, insistió Fernández Sagasti en respuesta al argumento del Gobierno sobre las recomendaciones que les da la Organización Mundial de la Salud. Godoy remarcó que los costos (10 por ciento para el vino y las sidras) serán transferidos al productor y remarcó que “si se habla de consenso y de diálogo, tienen que conversar con los gobernadores y los distintos sectores”. La radical mendocina, Pamela Verasay, no habló durante la sesión pero emitió un comunicado titulado “En defensa de nuestra cultura, identidad y construcción colectiva”, en el que califica como “sesgada, falaz y arbitraria” la postura de quienes sostienen la opinión de que la Organización Mundial de la Salud considera al vino perjudicial para la salud.
El senador Juan Manuel Abal Medina (FpV-PJ), por su parte, le reprochó a Peña que los movimientos sociales no fueran invitados a la convocatoria multisectorial realizada el lunes por el Presidente, que incluyó a sindicatos, jueces, políticos e intelectuales. Además, remarcó la necesidad de aprobar la Emergencia Alimentaria dado el aumento de la indigencia que se conoció en el último informe del Indec.
El senador de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, fue otra de las voces más alarmantes. Criticó el fuerte aumento del endeudamiento público en dólares y la falta de inversión productiva que generan las tasas de interés de las Lebac, alrededor del 26 y 27 por ciento. “Hemos vuelto al capital golondrina que pega y se va. La Argentina es la patria concesionada, la patria subsidiada”, advirtió. En una línea similar, centrada en el endeudamiento externo y la emisión de Lebacs se explayó el peronista formoseño José Mayans.
Peña respondió que “algunas afirmaciones son incorrectas, otras injustas y otras, irresponsables” y luego agregó que las propuestas serán debatidas “en todos los ámbitos, consensuada y, luego, discutida en el Congreso”.
Para cerrar fue el turno de Miguel Pichetto, que volvió a mostrar su sintonía con el Gobierno. Rescató “la voluntad del Presidente de buscar consenso con los legisladores y gobernadores”. “Diría hasta que podemos compartir los conceptos generales, habría que analizar las herramientas”, aseguró sobre las reformas a las que calificó como “medianamente sensatas”. “El portaaviones es el gravado de la renta financiera. Hay que ponerle un límite para los pequeños ahorristas”, aconsejó ante la mirada atenta de Peña. También le pidió al Ejecutivo Nacional que presione al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, para que deje de oponerse al desarrollo de un reactor nuclear. “En el desierto hay que cuidar el medio ambiente”, ironizó.
También le advirtió al Gobierno sobre el impacto en la clase media del aumento de impuestos provinciales como el revalúo fiscal bonaerense. “Tratemos de tener coherencia en términos del esfuerzo fiscal”, dijo y remató: “Lo digo para no tener ahí un flanco débil.”