La antesala al partido que van a disputar Argentinos Juniors y Vélez en el Estadio Único de San Nicolás, este domingo a las 15:30 por la semifinal de la Copa de la Liga, trae algunos datos a tener en cuenta que suman al histórico de este “clásico moderno”, que, según cuentan las páginas del fútbol argentino, nació después de aquellas finales -cuatro en total- que jugaron por el Nacional del ’85, en la que terminó imponiéndose el Bicho de La Paternal y se quedó con el trofeo de lo que fue el último Torneo Nacional de Primera División.
“Después de la final del ’85, este partido es clásico”, reconoció el presidente de Argentinos, Cristian Malaspina. Ambos equipos se vuelven a encontrar en instancias decisivas con la esperanza de conseguir un lugar en la final de la Copa de la Liga. Tanto el Bicho como el Fortín, son portadores de trofeos internacionales (Copa Libertadores, Interamericana) y en sus curriculums se destaca un carácter competitivo y un fútbol de paladar exigente.
En los 14 partidos que disputaron por la zona A del torneo, a los de Liniers le convirtieron en 13 oportunidades e hicieron 14 goles a su favor. Y en lo que respecta a resultados conseguidos, ganaron siete partidos, perdieron tres y empataron cuatro. Por el lado del Bicho, recibieron 14 tantos y en arco rival conectaron 25 veces. Uno de los equipos que más goles hizo durante el campeonato, después de River. Y el global dejó siete victorias, dos derrotas y cinco empates.
Que el conjunto que dirige Gustavo Quinteros haya llegado a este tramo de los playoffs, anima a los hinchas a soñar con romper la austera racha de diez años sin coronarse. Hasta el torneo del año pasado, crisis futbolísticas de por medio, la mayor pelea fue por no descender. Ahora el fútbol da revancha y se ilusionan con un equipo que entre sus pilares tiene a Agustín Bouzat, Francisco Pizzini, Thiago Fernández; Claudio Aquino y Braian Romero.
"Es un partido muy importante para mí, porque estoy hace 10 años en el club y, después de haber peleado el descenso el año pasado, este partido lo vamos a afrontar con mucha responsabilidad y muchas ganas", dijo Thiago Fernández, volante ofensivo del Fortín, en conferencia de prensa.
"Estar en esta instancia es un reconocimiento al gran trabajo que hemos hecho, es muy difícil jugar en el fútbol argentino, hasta la última fecha hubo muchos equipos para clasificar. Por suerte tenemos un plantel sumamente competitivo y podemos hacer frente en las dos competiciones (Copa Sudamericana y Copa de la Liga)", comentó Jonathan Galván, defensor del Bicho.
Argentinos Juniors tuvo un gran desempeño en el torneo y terminó segundo en la tabla de posiciones. Pero antes de todo eso, tuvo que pasar por una transición que lo dejó con varios interrogantes a resolver. Primero conseguir el reemplazo de su principal referente en la conducción técnica, Gabriel Milito –hoy en Atlético Mineiro– y rearmar un plantel consolidado, que quedó sin sus principales figuras: Gabriel Ávalos, Federico Redondo, Miguel Torrén y Marcos Di Césare.
Para ocupar el lugar de Milito, llegó Pablo Guede. Un técnico que debutó a mitad de la temporada 2023 y le costó ganarse la confianza de los hinchas: ganó sus dos primeros partidos, pero después estuvo nueve partidos sin hacerlo y la impaciencia de la gente de La Paternal empezó a escalar.
Malaspina, como hizo con Milito cuando recién asumió en el Bicho, salió a bancarlo. Guede tuvo que reinventarse y reacomodar las fichas. Encontró la fórmula de juego en Alan Lescano, Nicolás Oroz, José María Herrera, Luciano Gondou y Maxi Romero, y se centró en el trabajo con inferiores. A partir de ahí, encontró un equipo que se volvió vertical en ataque, con buenas combinaciones en los espacios libres y una ofensiva con hasta cinco jugadores en área rival.
“Es un plantel totalmente nuevo. Se fueron muchos jugadores y vinieron, pero también tenemos un montón de chicos. Eso es un trabajo que hace Argentinos Juniors históricamente. El trabajo que hace Raúl Sanzotti y el Chino Batista en las inferiores nos facilita un montón de cosas. Siempre digo que lo más importante de un futbolista que sube a primera es la educación deportiva que tenga: llegar temprano, quedarte en el gimnasio, preocuparte por tu cuerpo. A partir de ahí, se fue generando en la pretemporada una sincronización con los chicos que venían de afuera muy buena. Los grandes y los chicos, se apoyaron en el trabajo”, dijo Guede hace un mes a un canal de televisión, con fines de explicar lo que se ha logrado con los juveniles en su plantel renovado.
Los resultados empezaron a ser positivos y este entrenador, fanático de la Formula 1, que después de realizar el curso de técnico, estuvo siete años sin usarlo, se estableció a fuerza de trabajo. Admirador de Marcelo Bielsa, obsesivo en su forma de entrenar, estudioso del fútbol japonés por su disciplina e intensidad, llevó a Argentinos a un respeto táctico que hoy se ve también en sus actuaciones de Copa Sudamericana, donde lidera el Grupo F y viene de derrotar a Corinthians.
Ahora va por este desafío que lo pone más cerca de otra conquista local, algo que viene posponiéndose desde el 2010, cuando se coronó en el Clausura. El sueño está a dos partidos.