La LLA presentó en el Concejo Municipal de Rosario un proyecto para que estudiantes puedan denunciar el "adoctrinamiento" en la universidad. La ofensiva de la ultraderecha contra lo público y, en particular, contra la universidad parece no tener límites.
Desfinancian la universidad para llevarse puesto el principio (democrático) de gratuidad que consagró el peronismo en 1949 y bajo la idea de “adoctrinamiento” se quieren llevar puesto el principio (más liberal imposible) de libertad de pensamiento y de cátedra que se conquistó con la Reforma Universitaria de 1918.
Queda más que en claro que los que quieren adoctrinar, disciplinar y silenciar son ellos, imponiendo un pensamiento único que arrase con todo vestigio de pensamiento crítico y resistencia.
Si en los 90 la universidad sufrió una feroz reconversión neoliberal bajo los dictados de los organismos financieros internacionales, hoy el gobierno de Milei busca un segundo reformateo bajo un modelo autoritario y excluyente que, directamente, elimine el derecho a la educación superior.
Con todo lo que hay que seguir debatiendo y falta transformar, la universidad pública y gratuita argentina sigue siendo muestra de que la libertad efectiva y verdadera va de la mano con los principios de igualdad y justicia social. Sobran ejemplos de los que somos primera generación de universitarios en nuestras familias.
Eso lo saben, y les molesta. De ahí el ensañamiento. De lo que también deberían tomar nota es de que hay una comunidad universitaria cada vez más movilizada y una sociedad que mayoritariamente está dispuesta a defender con uñas y dientes esta conquista histórica de todos los argentinos, como dejó bien en claro la multitudinaria jornada de protesta del pasado 23 de abril.
Una vez más (y las veces que sea necesario), decimos: ¡La educación pública y gratuita, y la patria, no se venden, se defienden siempre!
Doctor en Ciencia Política, docente e investigador de la UNR