"Cuando la realidad supera la ficción, ahí estoy para ponerme en acción y volverla una obra de arte contemporánea. Sacar al menos por un rato a la gente de su rutina en estos momentos donde todos estamos contrariados por la situación económica del país”, explica Luciano, conocido artísticamente en sus redes sociales como Luc Mogni, en diálogo con Buenos Aires/12, refiriéndose a su responsabilidad como artista en este duro presente que atraviesan los bonaerenses. Desde hace 4 años, el artista plástico de Lomas de Zamora adoptó un enfoque artístico centrado en pintar situaciones bizarras que ocurrían en el conurbano bonaerense y, más recientemente, en todo el país. Su crecimiento fue tal que nombró al proyecto “Esto es Real”, lo que le permitió generar una comunidad de más de 91 mil seguidores en Instagram, y por consiguiente un vínculo especial con su audiencia atravesado por la empatía hacia la clase trabajadora. Sin embargo, sostenerse como artista plástico independiente en tiempos donde el Gobierno nacional descarta por completo al arte y la cultura también representa un desafío para él.
Adaptarse a un panorama difícil
“Los aumentos en los productos rondan un 250 por ciento entre el año pasado y el corriente, en cuanto a los materiales. Un artista trabaja con una maderera, una pinturería y una ferretería porque necesitas la madera, el lienzo, las pinturas y los ganchitos para la engrampadora”, asegura Mogni de sus herramientas de trabajo.
Además, revela que los artistas tuvieron que “volver a las bases” para reinventarse y no perder el contacto con la tinta ante estas dificultades económicas: “Pintamos sobre cartón, agarramos una caja de un packaging de un televisor y te expresas de esa manera. El artista siempre se la va a rebuscar y eso es parte de nuestra cultura de siempre querer salir delante de una forma u otra”.
Mogni dice que como está el panorama, hoy el artista no puede dedicarse solo a pintar y tiene que ser proactivo, es decir, su propio gerente de marketing, producción y autogestionarse de punta a punta, para afrontar los aumentos y los embistes económicos.
“Tenes que aprender a mover las redes, capacitarte, y también dejar un poco de costado lo artístico. Tenes que saber venderte y golpear puertas. Y si esas puertas tal vez no se abren, tenés que generarlas vos y gestionarte hasta tus propios espacios, como es mi caso”, detalla el artista que hoy cuenta con un local sobre la calle Balcarce 854 en pleno barrio porteño de San Telmo.
Por su parte, el artista de Lomas se encuentra trabajando en pasar sus obras a una versión digital para poder comercializarlas en internet e incluso al exterior. “Siempre tratando de no descuidar el sustento económico para que el proyecto siga avanzando y siempre digo poner la palabra bizarro, pero desde un lado de lo diferente, de lo distinto, de que la obra tenga una vuelta de rosca con un mensaje”, subrayó.
Desenchufar la motosierra social con empatía
Luc Mogni cuenta que lo que hace aún más fascinante su trabajo es la interacción que logró con su audiencia desde que comenzó a pintar durante la pandemia, encerrado en su casa de Lomas de Zamora. La sinergia que fue generando con sus seguidores lo llevó a invitarlos a que le enviarán a su cuenta @luc.mogni imágenes cómicas o extrañas de la vida cotidiana, al igual que memes que circularan por internet que sean de la temática.
Esta colaboración entre el artista y su comunidad derivó en una experiencia diferente y dinámica, donde las vivencias cotidianas se convirtieron en obras de arte que reflejan la diversidad y el humor de la vida real. Hoy, en tiempos donde el dinero no alcanza, Mogni reconoce que su objetivo es sacarles una sonrisa a las personas a través de su proyecto “Esto es Real”.
“Busco generar empatía a través del arte bizarro en un contexto apretado y que la gente se distraiga un rato de la rutina difícil que tiene, comentando las publicaciones o interactuando con los usuarios. Eso es lo genial del proyecto porque la gente reconoce la historia y me termina escribiendo y ahí se genera una sinergia terrible”, destaca.
Al momento el artista lomense lleva pintado más de 200 cuadros. Uno de sus preferidos es uno reciente, que muestra como tres jóvenes vestidos de Darth Vader, Spider Man y Batman empujan un Fiat 147, con una linda historia detrás: “Los chicos me escribieron y me dijeron que estaban disfrazados así porque iban a comedores infantiles, a hospitales a levantar el ánimo de los pibes, y ahí vos decís, qué causa noble y te da más placer pintarlo”. “Esta serie me volvió muy muy realista muy anclado con la realidad muy muy empático muy de querer ayudar y me cambió”, agregó.
Otra de las obras que le tocó ilustrar se trató de una escena en una estación de Moreno donde un hombre había comprado un lavarropa y como aparentemente no tenía dinero para el flete, se ve como el chofer del colectivo lo está ayudando a subir el lavarropas. “Lo suben por la puerta de atrás y es el colectivero que le está dando una mano, esa cuestión de solidaridad, de empatía, eso es algo muy rico”, dijo.
El presente y los proyectos a futuro
Actualmente, Luc Mogni pinta al menos una obra por semana que posteriormente publica en sus redes sociales para interactuar con su audiencia. La escena es elegida previamente por sus seguidores, mientras incentiva a que continúen enviándole las secuencias cómicas que encuentren en la vida cotidiana, sea en el conurbano o en todo el país.
La repercusión que fueron teniendo sus obras a través de estos años confluyeron en una propuesta para llevar su proyecto y exponerlo en La Gran Manzana. “Me contactaron de un medio de Nueva York y me convocaron para exponer las obras en un lugar de cultura de la ciudad. Voy a llevar unas 12 obras del conurbano y durante el evento el proyecto se va a llamar ‘Real Nueva York’ porque también voy a pintar situaciones que sucedan allí”, concluye, emocionado por el futuro.