Exalumnos del Instituto Politécnico Superior General San Martín recordaron anoche con una vigilia solidaria a Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, los cinco egresados fallecidos el martes en el atentado de Nueva York mientras iban en bicicletas por el sur de Manhattan. Bajo la consigna “Unidos en la historia y en el dolor”, los exalumnos se concentraron en la escuela, que depende de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), para solidarizarse con las familias de las cinco víctimas del atentado que se graduaron en 1987, y condenar la violencia terrorista.
Más temprano, los estudiantes de los dos turnos hicieron un minuto de silencio para recordar a los egresados fallecidos en el atentado que además se cobró las vidas de otras tres personas y once resultaron heridas.
Desde muy temprano, numerosos medios de comunicación se concentraron en las puertas del establecimiento educativo para recabar información. Si bien la comunidad educativa agradeció el tratamiento hacia la institución que realizaron los medios locales, nacionales e internacionales, los familiares de las personas que fallecieron pidieron a los medios a través de un comunicado que no los contactaran al menos en las próximas 48 horas, ya que “los interrumpidos llamados y mensajes de todo tipo impiden la más mínima posibilidad de contacto con seres queridos y autoridades gubernamentales”.
En este sentido, el gobernador Miguel Lifschitz, quien en la medianoche del lunes había decretado dos días de duelo, se puso en contacto con los familiares para expresarles sus condolencias, mientras varios funcionarios provinciales y municipales comenzaban a trabajar coordinadamente con la Cancillería y con el Consulado General argentino en Nueva York para asistir a las familias. La Embajada argentina en Estados Unidos iba a recibirlos y ayudarlos a repatriar los cuerpos, una vez que se emitan los certificados de defunción para que las autoridades autoricen el traslado.
Ayer, el Monumento Nacional a la Bandera tenía la enseña a media asta. “Parece imposible que vecinos rosarinos vivieran esta terrible acción de una persona desquiciada, de un acto terrorista”, afirmó la intendenta Mónica Fein.