Ante el tratamiento de la Ley Bases en la Cámara de Diputados, referentes de la comunidad científica alertaron que el futuro del Conicet está en riesgo, ya que Por esta razón, llamaron a los diputados a que no voten la Ley Bases. Investigadores y docentes conocieron el articulado del proyecto este sábado, e iniciaron una campaña por las redes. Además, las autoridades de los Institutos de Ciencia y Tecnología convocaron a sumarse a la movilización que este lunes, desde las 17 horas y frente al Congreso, realizarán los muy diversos sectores afectados para oponerse a su sanción.
¿Qué cuestionan del proyecto los miembros de la comunidad científica? Lo explica Jorge Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA: “La versión anterior de la Ley Bases estaba escrita como para permitirle al Gobierno eliminar todo el sistema de ciencia y técnica. Lo que hicieron ahora es una nueva redacción. El proyecto de ley en su artículo 3, incisos a y b, faculta al Poder Ejecutivo a ‘modificar o eliminar las competencias y funciones’ que considere innecesarias de los organismos públicos. Luego dice que no puede disolver el Conicet (otros organismos y reparticiones, como el INCAA, el Malbrán y la ANMAT también están exceptuados), pero -continúa Aliaga- lo único que le prohíbe es eliminarlos. Es decir que el gobierno podrá hacer todo lo que indican los incisos a y b: modificar sus competencias y funciones”. Esto abre una puerta a su desguace.
Entre los referentes de la comunidad científica que publicaron la advertencia destinada a los legisladores también está la viróloga Andrea Gamarnik, primera mujer en formar parte de la Academia Estadounidense de Microbiología desde Argentina. “Diputados: voten No”, pidió en las redes. Gamarnik agregó que este lunes “vamos a trabajar, pero a las 17 horas estaremos frente al Congreso acompañando a los diputados que le dirán NO a la Ley Bases”.
Su lectura fue coincidente con la de Aliaga. El proyecto de ley “es la destrucción de la ciencia argentina; cede la potestad al poder ejecutivo para reorganizar/reestructurar todos los organismos de Ciencia y Técnica. Solo "prohíbe la disolución" del CONICET, pero habilita poder vaciarlo”, explicó.
Diego Hurtado, profesor de la Universidad de San Martín (UNSAM) e investigador del Conicet, agregó otro argumento. De ser sancionada, “la Ley Bases posibilitaría el cambio en la dotación del personal, en general del sector público, lo que neutraliza o pasa por encima de las excepciones conseguidas en el artículo 3. Por otro lado, el Poder Ejecutivo podrá intervenir, es decir poner interventores, en los organismos descentralizados; y un interventor puede reducir personal o recursos”.
Por otra parte, los trabajadores administrativos y técnicos del Conicet se convocaron para sumarse a la concentración frente al Congreso, tras señalar que la Ley Bases los perjudica doblemente, “porque incluye una reforma laboral regresiva y porque avanza en la destrucción del sistema científico-tecnológico público”.
Los científicos llaman a la reflexión a los diputados
Desde el fracaso en el primer intento de aprobar la Ley Ómnibus, en febrero, corrió agua bajo el puente. El proyecto actual es una versión reducida de aquella, negociada por Martín Menem con la oposición “amigable”: diputados del PRO, radicales e integrantes de Hacemos Coalición Federal fueron prácticamente coautores del texto que se tratará en el recinto y que, aunque podado, conserva una gran capacidad de hacer daño.
Uno de los “logros” de la oposición fue incluir un listado de organismos que no podrán ser disueltos -y aquí entra el Conicet-, aunque aún así varios que quedaron afuera, como el Banco Nacional de Datos Genéticos, cuya inclusión están reclamando en la UCR.
Las facultades delegadas, por esto, no tienen el número asegurado para aprobarse. La cantidad de votos en contra es alto y no sólo suma a los diputados de UxP, la izquierda y los santacruceños - la base del rechazo -, sino también a la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer, el socialismo santafesino y una importante parte del radicalismo.
En este sentido, en la comunidad científica creen que aún se está a tiempo que algunos bloques o legisladores reflexionen sobre lo que van a votar.
Si la voluntad de los diputados fue exceptuar al Conicet de un cierre, apuntan, la redacción del artículo debería haber sido otra, que no delegara en el presidente la atribución de “modificar o eliminar” sus “competencias y funciones”.
El Sistema de Ciencia y Tecnología es un conjunto amplio: están allí las universidades nacionales y 17 organismos de la Administración Pública Nacional (APN). El Conicet es el mayor de esos organismos. Otra institución importante es la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, que se encarga de canalizar fondos destinados a financiar proyectos de investigación. Así lo explicó en un artículo publicado este fin de semana en el portal Letra P, Ana Castellani, investigadora del Conicet y profesora de la UBA, que alertó sobre que, así como las universidades fueron desfinanciadas por Milei -que ha opinado que al Conicet habría que “cerrarlo”- también la Agencia fue llevada por el gobierno a un estado de parálisis.
“El Gobierno va por el desmantelamiento de la función de Ciencia y Tecnología y está buscando la anuencia del Congreso para lograrlo”, dice Castellani en su columna.
El mecanismo de desguace
Uno de los mecanismos para este desguace está contenido en el capítulo IV de la Ley Bases, que modifica la Ley de Empleo Público. Ese capítulo establece que los trabajadores de la planta permanente de la Administración Pública puede quedar en “disponibilidad inmediata” no sólo por una decisión de cerrar el organismo en el que estén, sino “porque se determine un exceso de dotación mediante informe emitido por el órgano competente”.
Milei, que degradó el Ministerio de Ciencia y Técnica a una subsecretaría, la ubicó a cargo de la Jefatura de Gabinete. Es decir que alcanzaría un informe de Nicolás Posse para las dependencias del Sistema de Ciencia y Tecnología quedaran con dos empleados.
Aliaga enlazó en un mismo continuo la situación del Conicet y la de las universidades, poniendo en dimensión el tamaño de la amenaza que todo el sistema está recibiendo en la gestión de Milei, que va mucho más allá del articulado de la Ley Bases.
“Hay una política de desfinanciamiento del Estado que es consecuencia de la visión de Milei, que cada vez que puede dice que el Estado es un ente del mal, que roba a la gente cobrándole impuestos y que lo mejor que podría pasar es que no existiera. Sus consecuencias afectan no sólo al desarrollo de la ciencia y la salud, sino al de la Cultura, a la producción, a tantísimas áreas. Nosotros somos sólo una parte de los afectados; como investigadores, estamos articulados con las universidades, a las que el gobierno está desfinanciando”, señaló el ex decano de Ciencias Exactas.
Indicó, en ese sentido, que las universidades centran su esfuerzo en la docencia pero que además sostienen la investigación. “El 80 por ciento de las investigaciones se hace en las universidades. Por eso si el Conicet cierra, las universidades no cerrarían, pero si las universidades cierran el Conicet también, porque el 80 por ciento de los investigadores no tendría dónde ir a trabajar”.
Movilizados frente al Congreso
Desde la Red Federal de Trabajadores del Conicet informaron que quienes están en la Ciudad de Buenos Aires se encontrarán a la salida de los Institutos para ir a las 17.00 al Congreso.
La Red planteó que la Ley Bases es contraria a la Constitución Nacional y que su aprobación dejaría sin funciones esenciales al Estado, ya que habilitaría a la Casa Rosada a “cerrar organismos, recortar presupuestos y reducir personal”. En este marco difundieron, también por las redes, un pedido a los diputados para que no deleguen facultades del Congreso y voten contra la Ley Bases.