El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró este lunes que el Gobierno no hará nada que implique el cierre del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Según dijo, fue un compromiso que la administración de Javier Milei asumió ante un pedido del jefe del bloque de diputados del radicalismo, Rodrigo de Loredo.
"Me gustaría hacer una aclaración frente a un pedido del presidente de bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo. El Gobierno tomó el compromiso de no avanzar ni en la modificación ni en el cierre del Banco Nacional de Datos Genéticos", fue lo primero que dijo Adorni en la conferencia de prensa de este lunes.
"Tomamos el compromiso de aclararlo públicamente, así que como se han generado algunas dudas respecto a esto en las últimas horas, ratificamos que no está en los planes del Gobierno tomar ninguna medida ni ninguna modificación y que el Banco Nacional de Datos Genéticos seguirá funcionando como lo viene haciendo hasta ahora", agregó.
Las alarmas sobre el futuro del BNDG se encendieron a partir del artículo 3 del proyecto de la Ley Bases, que faculta al Poder Ejecutivo a modificar o eliminar competencias, funciones o responsabilidades de organismos descentralizados o centralizados (también lo habilita a reorganizarlos, resolviendo su disolución total o parcial).
En el texto de la ley, que se trata este lunes, el organismo que identifica a los niños robados durante la dictadura fue excluido de la lista de entes que no podrán ser eliminados por el Gobierno de Javier Milei. Por eso, el Comité Nacional de la UCR emitió un comunicado instando a garantizar su preservación.
También expresaron su preocupación al respecto legisladores de Unión por la Patria y de la izquierda, que directamente rechazan el proyecto que el oficialismo acordó con la oposición dialoguista.
Este lunes, Adorni solo se limitó a expresar que no está en los planes del Gobierno cerrarlo. No aclaró si eso implica volver a incluir al BNDG en la lista de entes que no pueden cerrarse.
Banco Nacional de Datos Genéticos
El Banco Nacional de Datos Genéticos, una herramienta fundamental para identificar a los nietos y las nietas que las Abuelas de Plaza de Mayo buscan hace casi cinco décadas, fue creado durante la presidencia de Raúl Alfonsín.
El 20 de febrero de 1986, dos meses después de la sentencia en el Juicio a las Juntas, Alfonsín recibió a tres representantes de Abuelas de Plaza de Mayo: Estela de Carlotto, Rosa Roisinblit e Isabel “Chicha” Mariani. Las tres mujeres fueron a pedirle al mandatario que enviara al Congreso un proyecto para darle validez legal a los análisis genéticos que se hacían en el Hospital Durand para identificar a los niños que habían sido robados durante la dictadura y que, además, se conformara un banco de datos genéticos.
En 1987, el Congreso aprobó la creación del BNDG a través de la ley 23.511. Desde entonces, contribuyó la identificación de más de 100 niños y niñas robados durante los años del terrorismo de Estado. En 2009, se aprobó la ley 26.548 que le daba el carácter de organismo autónomo y autárquico dentro de la órbita del entonces Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.