La cantante, activista y escritora mapuche-tehuelche Carina Carriqueo junto con la discográfica argentina Casa Rara inscribieron a los Latin Grammys Tufachi Mawün, canción en mapuzungún, la lengua mapuche, con la esperanza de hacer a la competencia de música más inclusiva. Se trata de un gesto de demanda de una categoría que pueda abarcar la música en lenguas originarias, actualmente invisibilizada aunque en resurgimiento.
"Esto tiene que ver con preservar la cultura a través del canto, y con seguir abriendo caminos para los que vienen", afirma Carriqueo, nacida en Bariloche pero actualmente radicada en La Plata. "Este tipo de certámenes nos ponen en juego muchas cosas, muchos desafíos, que los que vamos adelante nos tenemos que ir abriendo camino, para que en un futuro puedan más originarios animarse a cantar en su lengua, a renovar la música de sus raíces, a hacerla nueva o a hacerla autóctona. Además, es importante para que pueda tener también esto una llegada, una aceptación, o por lo menos que sea escuchada, por primera vez en muchos países", sostiene.
El año pasado, el single de Carriqueo Canto Sagrado del Lucero había sido inscripto a los Latin Grammys, pero no obtuvo ningún reconocimiento. En ese momento, habían tenido que inscribir la canción como cantada en castellano, ya que la competencia no reconoce el mapuzungún.
"Es lo que sucede, actualmente no existe la categoría de canto indígena para inscribir a la música argentina. Está el tango, y el idioma es nada más español o portugués, pero no hay categoría de lenguas originarias", afirma la cantante y activista.
La canción que fue inscripta fue Tufachi Mawün, un canto sobre la caída de la lluvia y su importancia en la cultura mapuche. "Somos estos colores que se mezclan con el entorno natural; de nuestras manos nace el tejido cálido que nos cubre en abrazo de luna, somos las primeras naciones dispuestas a permanecer de pie, eternamente", afirma Carriqueo en un texto que acompaña la canción.
En el videoclip aparecen también miembros de la Comunidad Hermanos Mapuche de Los Toldos, de la Comunidad Az Mapu, la Comunidad Mapuche La Azotea y la Comunidad Nahuel Payún.
"En este momento, no son tan importantes los nombres de quién, qué canción, sino es abrir el camino para el canto originario. De eso se trata, de poder pensar en el futuro a los que vienen, poder abrirles también el camino a ellos. El mayor gesto es poder contar con una discográfica argentina como es el Estudio de Mastering Casa Rara, de Conrado Silvela, que apuesta a inscribir una canción en una lengua que aún no tiene categoría, y ver qué pasa", afirma.
A través del canto y la narración, la labor de Carriqueo continúa siendo difundir la cultura de sus padres y abuelos, buscando siempre nuevas herramientas para llegar a todos los públicos, herramientas para difundir en ámbitos académicos, escuelas públicas, barrios, centros culturales. Además, es escritora y fotógrafa. Su libro Cuando el lago esté quieto fue presentado en la Feria del Libro del año pasado y agotó tres ediciones.
Pero la música no es la única disciplina a la que Carriqueo dedica su cultura. Recientemente, presentó en el Museo Provincial Casa Evita de Los Toldos la muestra fotográfica “Inchiñ”, “nosotros” en mapuche, que fue realizada por Carriqueo para, según afirma, “mostrar la dignidad de mis hermanos, su estampa y elegancia”. Se trata de treinta fotografías de rostros, gestos y miradas profundas de las comunidades mapuches y tehuelches que habitan el noroeste de la provincia de Buenos Aires.
“Somos una nación que valora tanto sus raíces que orgullosos de nuestra identidad, nos impulsamos con un canto para no olvidar”, afirma Carriqueo. La exposición puede visitarse, con entrada libre y gratuita, de martes a domingos de 9 a 18 horas.
Con respecto al resultado de si la inscripción será aceptada dentro de sus propios cánones o no, sólo se sabrá dentro de muchos meses, en octubre. Pero lo importante es el gesto. "Mucha gente lo va a oír y se va a enterar de que los mapuche tienen un canto y que se canta de esta forma y que habla de tal cosa. Eso ya es bueno. Ya es un reconocimiento, es un halago al alma, para el corazón, para la historia, para lo vivido. Esto es un premio enorme. Si tiene lo que venga después, ya es de más. Vamos a estar también con el corazón lleno de alegría", concluye.