“Hacer una movida estratégica de reubicación”. Esa fue la solución provisoria que encontró el Ministerio de Educación Pública de Salta con el fin de dar continuidad a la terminalidad de estudios en la provincia para quienes estaban inscriptos en el Programa de Finalización de Estudios Primarios y Secundario (FINES), que se inició en 2008.
La falta de presupuesto nacional para su continuidad perjudica a las personas que intentaban terminar sus estudios. Uno de los ejemplos fue el de la Comunidad wichí Misión Carboncito, en el departamento San Martín, en donde el 80 por ciento de la población no finalizó sus estudios.
El año pasado egresaron unos cinco estudiantes en el marco del Plan FINES y quedaron 14 para cursar el último año en este programa. Pero este año quedó suspendido. Después de que el estudiantado protestara pidiendo respuestas, el Ministerio de Educación de la provincia decidió reubicar cargos y continuar con el cursado, a la espera de que la Nación defina la cuestión presupuestaria.
“Una posibilidad es el sistema virtual y la otra opción es hacer una reasignación o geolocalización (de las y los docentes)”, dijo a Salta/12 Adolfo Montenegro, director general de Educación de Jóvenes y Adultos del Ministerio de Educación de la provincia. Afirmó que esta estrategia surge de la necesidad de reorganizar la estructura ante la baja de matrícula en las instituciones educativas destinadas a jóvenes y adultos en instituciones ubicadas en otros puntos de la provincia. “No quedaría nadie sin carga laboral. Solo sería una movida estratégica de reubicación”, aclaró el funcionario.
“Estamos muy contentos con lo que se logró”, dijo por su parte Rosa Rodríguez, de Misión Carboncito, quien reclamó junto a otros pobladores por la vuelta del programa.
Rodríguez sostuvo que la posibilidad de terminar los estudios en una institución que se encuentre dentro de la comunidad es necesaria, dado que el Bachillerato Salteño Para Adultos (BSPA) más cercano a la comunidad, queda a unos 40 kilómetros y tiene un costo de 3 mil pesos por día en el transporte. La mayoría de las y los estudiantes de la comunidad no pueden afrontar el pago de esa suma diariamente, es decir que les resulta imposible cursar en el Bachillerato.
Rodríguez dijo que la noticia fue bien recibida por quienes deben terminar sus estudios, pero preocupa que para el año que viene quienes quieran tomar la iniciativa se queden sin lugar para estudiar.