El presidente Javier Milei y su gobierno plantean que la insostenibilidad fiscal del país depende principalmente de las jubilaciones y que se haya incluido a las amas de casa. Según ellos eso no solo hace que tengamos déficit, sino también, que todos los jubilados ganen poco, como si quisieran provocar una pelea entre ellos. De ahí viene la propuesta de derogar la moratoria, la última, que es la que más personas incluye porque habla de los años más recientes.
Al quitar esa moratoria perjudican a todas las personas que trabajan informalmente pero que no decidieron por cuenta propia si podían aportar o no, sino que su empleador no las registró. Podemos pensar en trabajadores de comercio, en trabajadoras de casas particulares, en todas aquellas personas que conforman la informalidad y que son el 35 por ciento de las y los trabajadores de Argentina y también, en las amas de casa que hoy son todavía dos millones y medio de mujeres en edad activa.
Son amas de casa porque tienen un trabajo de cuidados no remunerado, intensivo, con una jornada de ocho horas porque no cuentan con espacios de cuidado de primera infancia para dejar a sus hijos. Tampoco cuentan con la posibilidad de contratar un servicio doméstico porque, muchas veces, lo que ganan saliendo a trabajar es lo mismo que van a tener que pagar cuando contratan a una persona, sobre todo, las mujeres que van a sectores y a puestos que pagan poco.
Por lo tanto, para las mujeres es mucho más difícil hacer una carrera laboral de 30 años de aportes como la que pueden hacer los varones. Lo que están haciendo con esta derogación de la moratoria es decirle a las mujeres "esperen la Pensión universal para el adulto mayor (PUAM)", una pensión que es el 80 por ciento de un haber mínimo, es decir, 140 mil pesos en este momento y que se cobra recién a los 65 años.
La PUAM no es sensible a la desigualdad en los cuidados como si lo es la jubilación argentina donde los varones se jubilan a los 65 y las mujeres a partir de los 60 porque hay un reconocimiento de esa diferencia por haber hecho, además, un trabajo extra de cuidados. Al quitar eso, si se aprueba esta ley habrá 250 mil mujeres de entre 60 y 64 años que estaban a punto de jubilarse vía moratoria y que ahora sin la existencia de esta van a tener que esperar hasta los 65 y son la mayoría. Las únicas que se van a poder jubilar, son las que tengan 30 años de aporte y eso solamente representa el 6 por ciento de las mujeres de entre 60 y 64 años del país, es un grupo muy chico. Todo el resto va a tener que esperar más tiempo para jubilarse en un momento donde la plata no sobra.
Para quienes dicen ‘ellas no aportaron’ es mentira, las amas de casa aportaron un montón, porque si no hubieran hecho todo lo que hicieron nadie podría haber salido a trabajar en la familia. Ellas son las que criaron a las personas que hoy están en el mercado de trabajo haciendo aportes y tienen todo el derecho del mundo a tener una redistribución de la riqueza.
No estamos diciendo algo loquísimo sino que son políticas que se implementaron en Alemania, España, Uruguay y que recomienda la propia Organización Internacional del Trabajo cuando advierte que los países deben tener un piso de protección social, incluir a las mujeres que cuidaron y contabilizar esos años de cuidado para que se puedan jubilar.
Frente al argumento del gobierno que dice que esa moratoria era insostenible hay que saber que, según un informe que hicimos desde Futuros Mejores, la plata que se va a ahorrar el Estado quitando la moratoria es menos que la plata que el Estado le regala a jueces y magistrados por no pagar impuestos a las ganancias. Entonces es una cuestión de a quién quieren beneficiar y no de si hay o no plata.
Las consecuencias de esta eliminación de moratoria es que vamos a caer en cobertura previsional. Actualmente en el país tenemos un 95 por ciento de cobertura previsional, una de las mejores de América Latina. Si no hubiéramos tenido moratorias, hoy la cobertura sería del 54 por ciento, es decir, la mitad de la población, ese es el nivel de cobertura que tienen muchos países de América Latina que son sociedades invivibles directamente por la gran desigualdad que poseen. Esto va a aumentar la pobreza que en Argentina está hecha de mujeres.
Hay que salir a mostrar que este gobierno que dice todo el tiempo que hace lo que hace porque en la Argentina hay mucha pobreza, lo único que está haciendo es profundizarla.
*Economista. Integrante de @paridadmacro. Autora del libro "Economía para Sostener la Vida" Ed. Akal.