El titular de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, descartó de plano las acusaciones de supuesto “sabotaje” que el presidente Javier Milei utilizó como excusa para desistir de su presencia en la Feria del Libro, e hizo una revelación que da cuenta del trasfondo de esa decisión: el Gobierno le pidió “5 mil entradas gratis” y la organización de ese evento se las negó.
La afirmación pone en jaque los argumentos conspirativos que el jefe de Estado ventiló en las últimas horas para dar por terminada la controversia que comenzó cuando su gobierno decidió no patrocinar, como tradicionalmente se hizo, la feria que año a año tiene lugar en el predio de la Sociedad Rural.
Esa medida le valió a la gestión de La Libertad Avanza (LLA) duros cuestionamientos por parte de la Fundación El Libro, cuando en el día de la inauguración de la feria dio cuenta de ello y del desfinanciamiento a la cultura en general.
A pesar de las críticas de ese día, “hubo negociaciones” entre la Fundación y el Gobierno para que el jefe de Estado pudiera estar allí. Vaccaro contó que el martes pasado fueron al predio “más de 20 personas para ver las cuestiones atinentes a la seguridad del Presidente” de cara a la presentación que el 12 de mayo haría de su libro Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica.
“Vino gente de la Secretaría General de la Presidencia (a cargo de Karina Milei), de la Casa Militar y de la Seguridad del Presidente”, precisó el editorialista durante una entrevista en el programa de Gustavo Sylvestre. Sus dichos confirman una parte de las declaraciones que anoche hizo Milei, cuando dijo que “mi hermana está llevando a cabo esa negociación”.
Vaccaro destacó que la reunión “fue muy amena" y reconoció que "nos pusimos de acuerdo en todo” lo atinente a la visita presidencial, salvo en una cuestión: “Nos pidieron 5 mil entradas gratuitas”.
Precisó que al pedido lo hizo “la gente de la Secretaría General de la Presidencia” y contó que lo que le dijeron fue que “necesitarían 5 mil entradas gratuitas, luego de haber convenido que el aforo del espacio (en que se haría el acto) iba a ser de 5 mil personas”. Es decir que pidieron gratis el lleno total del lugar.
La respuesta fue “no” y las explicaciones fueron claras. “Les dije que yo, como presiente, no tengo facultades para dar eso que, además, es una cifra muy importante desde el punto de vista económico”. Asciende a “25 millones de pesos al valor de la entrada del día domingo”, indicó.
“Somos una organización sin fines de lucro pero debemos tener altísimos cuidados en la administración de fondos de terceros” y por eso “dijimos que no podíamos darle 5 mil entradas”, subrayó.
Entradas de protocolo
La contraoferta de la Fundación fue entregar 200 entradas gratis, “que es el máximo que tenemos como protocolo para los actos más importantes” que se desarrollan allí. “Ese es el protocolo, no hay razón para dar 5 mil”, insistió. Al día siguiente, Milei dio a conocer que no iría y habló del "sabotaje".
Vaccaro sostuvo que lo de las entradas tal vez haya sido el motivo real por el cual el Presidente anunció que no se presentaría. “Quizás esa fue la única razón o la razón de mayor peso en su decisión de romper unilateralmente las relaciones” con la feria, deslizó.
Quien horas después salió responder esta versión fue el vocero Manuel Adorni. En su conferencia de hoy dijo que “no me consta que se hayan pedido 5 mil entradas” gratis por parte del área que lidera Karina Milei, pero sí reconoció que “ante el ofrecimiento de 200 entradas frente a un evento masivo como se esperaba, nos pareció parte de algo que no iba a funcionar”.
“Nos íbamos a encontrar ante un episodio de características poco amigables el día de la presentación del libro”, agregó y sin empacho reconoció que, de todas maneras, “no había un genuino deseo de que el Presidente estuviera en la Feria del Libro”.
Así y todo, la revelación hecha por Vaccaro echa luz sobre la dudosa acusación que ayer hizo Milei respecto de hechos “que nos hacen sospechar de que hay un intento de sabotear la presentación y hacerlo al estilo kirchnerista, de modo violenco, no algo propio de la cultura”.
El presidente de la Fundación El Libro rebatió esa acusación. Sostuvo que “si bien ya expresamos nuestro descontento con las políticas del Gobierno en el mundo cultural”, hablar de un sabotaje contra el jefe de Estado “es una cosa de locos”.
“Somos personas de la cultura” y jamás se habló “de sabotear ni de nada” que se le parezca. Económica y políticamente, “nada nos perjudicaría más que hacer un sabotaje”, concluyó.