“Fuerte, comprometido y listo”. Con estos tres adjetivos, Donald Trump describió al candidato a convertirse en nuevo presidente de la Reserva Federal. Se trata de Jerome Powell, el primer banquero en acceder a la conducción del banco central más poderoso del mundo. Trump presentó así al sucesor de Janet Yellen, quien asumirá el 3 de febrero próximo si obtiene el acuerdo en el Senado.
Desde la Casa Blanca, durante la presentación del abogado de 64 años formado en Princeton, Trump aseguró que "tiene liderazgo para llevar la economía ante cualquier reto que se le presente". También lo definió como un “creador de consensos”, que a lo largo de su carrera “se ha ganado el respeto y la admiración de sus compañeros”. A su turno, Powell dijo que “haré todo lo que esté en mi poder para cumplir el mandato: estabilidad de precios y máximo empleo".
Powell se dedicó desde joven a las finanzas y estuvo en el sector privado hasta 1990, cuando el gobierno de George Bush padre lo designó funcionario del Departamento del Tesoro. En 1997 se incorporó al Carlyle Group y tiene un patrimonio de más de cien millones de dólares.
Con la llegada de Powell a la Reserva Federal se terminan tres meses de especulaciones después de que Yellen anunciara que no se postularía para un segundo período, algo que no sucedía desde 1979. Considerado un republicano moderado, Powell deberá tomar las riendas del organismo que fija el precio del dinero.
Desde 2012 integra el consejo de gobernadores de la Reserva, es decir, el directorio del organismo. De allí que no se esperan grandes cambios en su gestión.
En rigor, se trata de un técnico que coincide con Trump en mantener las tasas bajas. Según el candidato, quien se dedicó en los últimos años a los mercados de deuda y a la supervisión del sistema bancario, el sistema financiero está “más fuerte y resistente que antes de la crisis”. Por lo pronto adelantó que, en caso de ser confirmado, “estaremos preparados para responder ante cualquier cambio en los mercados o en la evolución del riesgo".
Con la candidatura de Powell, Trump optó por una política que evite la apreciación del dólar y desdibuje los efectos de su plan de rebaja de impuestos.