El Banco Central volvió a bajar la tasa de interés y la llevó del 60 al 50 por ciento anual. Se trata de la segunda vez en dos semanas que anuncia una reducción de las tasas de interés de referencia. Con este cambio, el rendimiento de los pasivos monetarios queda en 4,2 por ciento mensual. El Gobierno asegura que esta política se vincula con menores expectativas de inflación pero en la práctica lo que se busca es la reducción de los agregados monetarios en términos reales.
El equipo económico va a fondo con la lógica de licuar el stock de pesos de la economía y uno de los principales impactos es sobre las tenencias de plazo fijo. Se trata de inversiones en moneda local que pierden fuerte contra la inflación y generan desincentivos para mantenerse en pesos.
Sin embargo, el efecto de la recesión económica por ahora permite que exista cierta estabilidad en materia cambiaria, pese a que en la última jornada hubo un indicio de subas en los dólares financieros. El dólar mep avanzó 2,3 por ciento hasta 1064 pesos y el contado con liquidación subió a 1120 pesos, con aumentos de 2,6 por ciento en la jornada.
El Banco Central anunció la medida asegurando que “se dispuso reducir la tasa de política monetaria llevando el rendimiento de los pases pasivos a un día de plazo pasó de 60 a 50 por ciento”. Para agregar que “la decisión del BCRA se toma en consideración del contexto financiero y de liquidez y se fundamenta en el rápido ajuste de expectativas de inflación, en el afianzamiento del ancla fiscal, y en el impacto monetario contractivo derivado de la estacionalidad en los pagos externos del Tesoro del trimestre en curso”.
Con la baja de este jueves, la tasa de política monetaria del Banco Central quedó en su nivel nominal más bajo desde junio de 2022. En la medida que los bancos reciben menos retorno por sus colocaciones de pases también bajan los rendimientos que ofrecen a sus clientes por los plazos fijos.
Esto último ocurre principalmente con el visto bueno del Central, que liberó a las entidades financieras de la obligación de ofrecer un piso de rendimiento por los depósitos. La medida también impacta sobre el retorno que ofrecen las cuentas virtuales de las billeteras digitales como MercadoPago, que actualmente rinden cerca de un 60 por ciento, una tasa que continuará en caída.
En la misma medida que la autoridad informó cambios en las tasas de interés, anunció también otras medidas monetarias contractivas vinculadas con los encajes del sistema financiero. “Con el objetivo de administrar las condiciones de liquidez, se decidió subir los coeficientes de encaje sobre los saldos en cuentas a la vista remuneradas de fondos comunes de inversión de tipo money market en 5 puntos porcentuales, pasando de 10 a 15 por ciento”, comunicó.
En el detalle de la medida, se mencionó que “para guardar consistencia, se dispuso también aplicar el mismo coeficiente de encaje, de 15 por ciento, a las cauciones bursátiles pasivas que tomen las entidades financieras que tengan un plazo residual de hasta 29 días”. El equipo económico planteó que la medida busca seguir avanzando en la dirección de eliminar las distorsiones entre instrumentos de naturaleza similar.
El Banco Central planteó que bajar la tasa de política monetaria y tocar el esquema de encajes bancarios comparte un objetivo en común que es “la absorción de los excedentes de liquidez resultantes del financiamiento monetario del déficit fiscal acumulado durante los últimos años”.
El gobierno sigue repitiendo la lógica que los problemas de la Argentina son exclusivamente fiscales y de emisión monetaria y el enorme sacrificio de actividad económica que se pone en práctica no importa mientras se resuelvan el déficit de las cuentas públicas.
“La corrección de estos desbalances representa un elemento central para la eliminación de controles en el sistema financiero. Ambas medidas reducen la emisión endógena a través de la remuneración de pasivos mientras que generan incentivos a la búsqueda de mayores retornos en el mercado de capitales”, cerró el Banco Central.