La capital francesa y sus alrededores fueron sacudidos por una fuerte tormenta eléctrica durante la noche del miércoles, dejando al menos una persona fallecida y causando estragos en todo el país.
Una mujer de 57 años murió en el norte de Francia debido a un deslizamiento de barro provocado por la tormenta de lluvia y granizo. El incidente ocurrió en Courmelles, donde el lodo arrastró a la víctima, mientras que su esposo resultó herido al lograr salir de la vivienda. Las autoridades informaron que el barro superó el metro y medio de altura en la casa, causando una tragedia en el vecindario.
En los departamentos de Sena y Marne, al este de París, se registraron 4.100 rayos en una noche de fuerte actividad eléctrica que provocó 18.589 en todo el país. Uno de ellos impactó en la Torre Eiffel de la capital sin provocar daños aparentes.
Además, las tormentas provocaron la activación de la alerta naranja en 14 departamentos, la segunda en importancia por violentas tormentas, con episodios de granizo de gran magnitud.
El caos también se extendió a los aeropuertos, donde numerosos vuelos hacia los aeropuertos parisinos de Roissy-Charles de Gaulle y Orly tuvieron que ser desviados a otras ciudades como Lille, Nantes, Lyon o Bruselas debido a las condiciones climáticas adversas. Esta situación generó importantes retrasos y complicaciones en el tráfico aéreo.
La tormenta, que afectó a una amplia área geográfica, puso de manifiesto la vulnerabilidad ante los fenómenos climáticos extremos y la importancia de estar preparados para hacer frente a estas situaciones.