Las fuertes lluvias en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, en la frontera con Argentina y Uruguay, afectaron en la última semana a 134 municipios y provocaron numerosas muertes.
Las autoridades regionales alertaron sobre un "riesgo hidrológico extremo" en buena parte del estado y recomendaron a los habitantes evitar las proximidades de los ríos, cuyo caudal continúa subiendo por las lluvias, y buscar refugio en un lugar seguro.
Hasta el momento, un total de 5.257 personas debieron refugiarse en casas de parientes o amigos y 3.079 se encuentran en refugios.
Estado de calamidad pública
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, decretó en la noche del miércoles el estado de calamidad pública por un plazo de 180 días.
"Las aeronaves del estado están en actuación para hacer rescates y esperamos los refuerzos de las Fuerzas Armadas", afirmó en un video subido en redes sociales el gobernador, quien dijo que la prioridad en este momento es rescatar a las personas afectadas.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó este jueves la región, un día después de prometerle a Leite por teléfono "todo el personal necesario" para ayudar a enfrentar las consecuencias del temporal.
Rio Grande do Sul, con una población de 11 millones de personas, sufrió en el último año el repetido golpe del fenómeno climático de El Niño, que provoca fuertes precipitaciones en el sur del país.
En septiembre, un ciclón extratropical provocó más de 40 muertes en la región, y en noviembre una racha de lluvias torrenciales llevó al desplazamiento de miles de personas.