El trayecto de Orquesta Utópica ya suma diez años. O casi. A decir verdad, la década se cumple en pocos meses más; antesala para una celebración que abre con la primera de una serie de presentaciones. Hoy a las 21, el Teatro de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085) recibe a Orquesta Utópica: Retrospectiva I, con un repertorio que recorrerá todos sus discos. “Nosotros arrancamos a ensayar en septiembre de 2014 y nos presentamos por primera vez en noviembre de ese año; así que sobre fin de año vamos a estar cumpliendo los diez. Por eso, hasta que los cumplamos, la idea es hacer un repaso por nuestros tres discos bajo este título. Probablemente, las próximas actuaciones serán Retrospectiva II, y etc., las que vayan surgiendo hasta la fecha de cumpleaños (risas)”, comenta Martín Tessa a Rosario/12.
Junto a Sebastián Jarupkin (bandoneón), Martín Tessa (guitarra eléctrica) dirige la formación que integran junto a Gustavo Di Giannantonio, Gabriela Cocilovo, Inés Dotto, Albertina Conde (violines); María Jesús Bonel (viola); Romina Vega Soto (Violonchello); Guido Gavazza, Martín Carr (bandoneones); Federico Abelli (piano); Mariano Sayago (contrabajo); Sofía Maiorana y Mauro “Cachorro” González (canto). Los discos grabados son tres -Contracorriente (2016), 147 (2018), Cortafuego (2023)- “y ojalá, pero de acuerdo con las posibilidades económicas y la situación del país, podamos grabar algún material nuevo, aunque sea algunos sencillos, para festejar los 10 años. En el concierto de este sábado vamos a tocar varios temas de Contracorriente que no veníamos haciendo, algunos de 147, y muchos de Cortafuego”, agrega Tessa.
-El trayecto permite corroborar ciertas ideas previas, ¿qué es hoy la Utópica para vos, y qué significa esta experiencia para el grupo?
-Es un espacio de creatividad, donde poder volcar nuestras búsquedas personales; sobre todo en el caso mío, de Sebastián Jarupkin y de Guido Gavazza, porque más que nada somos los que componemos y arreglamos para la orquesta. Es un espacio, te diría, de laboratorio, de ver cómo encarar nuevas músicas para poder volcarlas ahí. Y a nivel grupal es muy importante; por ejemplo, este año la Utópica se constituyó como cooperativa de trabajo, y en medio de toda esta situación, donde está vapuleado todo lo que tiene que ver con lo colectivo y sobre todo con lo cooperativista. Nosotros apostamos a tener un proyecto y lo logramos, eso es algo que nos sigue fortaleciendo como grupo humano. De hecho, cada paso que hemos dado, nos ha ido fortaleciendo en lo grupal. Somos 14 personas que llevamos adelante este proyecto, algo que sin amor y cariño sería imposible, porque el rédito es sobre todo afectivo, aun cuando desde luego tenga que ver con el amor por la música. Es un aprendizaje a nivel musical, a nivel personal y a nivel afectivo, algo que, en todo sentido, nos nutre mucho. Nosotros tenemos una relación muy fuerte entre todos los integrantes.
-Siendo tantos, imagino que deben mantener ciertas costumbres para poder seguir adelante.
-Esto es algo que siempre lo cuento. Nos pusimos un horario de ensayo en septiembre del 2014, y es el horario que mantenemos hoy, porque sería imposible reestructurar nada con la cantidad de personas que somos. Entonces, todo tiene que ver con mucho compromiso por parte de cada uno de los integrantes que formamos Orquesta Utópica. Hay una cosa muy importante en ese sentido, pero también pensando en lo que viene a continuación. No quiero contar mucho, porque está muy en laboratorio todavía, pero el material que vamos a grabar, si todo sale bien este año, no tendrá que ver demasiado con lo que venía haciendo la orquesta, sino un poco más con otros géneros musicales. No va a dejar de ser Orquesta Utópica, probablemente siga sonando tanguero, pero vamos a incursionar un poco en músicas que tienen que ver con nuestra zona, pero que no son específicamente tango. Es como para salirse un poco de los parámetros en los que uno ya estaba cómodamente ubicado. Está en laboratorio y en proceso. Si bien nosotros siempre vamos a estar anclados al tango, y sobre todo al tango del siglo XXI, con compositores de nuestra zona, surgió ahora un coqueteo con otras músicas.
-De alguna manera, el propio tango pide siempre un poco más, como un proyecto que no deja de ser expansivo.
-Por un lado, tuvo sus esplendores en tiempos bastante lejanos, hace ya muchos años, y un resurgimiento hará una década o dos, más o menos. Tuvo nuevas búsquedas y una muy marcada influencia de Astor Piazzolla. Pero después volvió un poco el tema de revitalizarlo, ahora está en un momento de nuevas búsquedas. Me parece que no solo le pasa a Orquesta Utópica, sino que el tango tiene que reinventarse una vez más. Nosotros ya estamos metidos en el brete (risas), así que seguiremos haciendo este camino, con alegría y siempre compartiendo la música con el público.