La disponibilidad de alimentos mejoró ligeramente en la asediada Franja de Gaza, pero aún existe riesgo de hambruna en el territorio, indicó este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que un alto cargo político del grupo islamista Hamas acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de intentar obstruir las negociaciones de tregua.
"Hay un poco más de comida, comida más variada (...) las personas también nos lo dicen", declaró el médico Rik Peeperkorn, representante de la OMS para los Territorios Palestinos, en una rueda de prensa por video desde Jerusalén. El médico Ahmed Dahir, también de la OMS, agregó que antes miles de personas se abalanzaban sobre los camiones del organismo que se dirigían al norte de Gaza con la esperanza de recuperar algunos alimentos y que eso cambió en las últimas semanas porque entra más comida.
Sin embargo, Dahir subrayó que la situación sigue siendo frágil en el enclave, donde la población carece de efectivo para pagar la comida en los mercados. En ese sentido, ambos médicos insistieron en que el riesgo de hambruna no desapareció. "Estamos viendo una ligera mejora en la disponibilidad de alimentos, pero la producción local quedó completamente destruida", afirmó Peeperkorn.
A Netanyahu "no le interesa un acuerdo"
Mientras tanto, un alto cargo político de Hamas acusó a Netanyahu de intentar obstruir las negociaciones de tregua en la Franja, arrasada tras casi siete meses de guerra. "Netanyahu fue el elemento obstruccionista en todas las rondas anteriores de diálogo o negociación y está claro que sigue siéndolo", declaró Hosam Badran a la agencia de noticias AFP. "No le interesa un acuerdo y por eso hace declaraciones (...), para frustrar los esfuerzos", añadió, refiriéndose a la reiterada promesa de Netanyahu de ordenar una invasión de Rafah, en el sur de Gaza.
El dirigente israelí afirma que Rafah es el último bastión de los comandos del grupo islamista y que no podrá proclamar victoria mientras no haya una operación terrestre en esa ciudad donde se hacinan 1,5 millones de palestinos, en su gran mayoría desplazados por la guerra. "Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamas, con o sin acuerdo (de tregua), para conseguir la victoria total", declaró el martes.
Badran reiteró que Hamas estudia con "espíritu positivo" la última propuesta de cese el fuego y de liberación de los rehenes capturados por los comandos islamistas durante el ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, tras meses de negociaciones fallidas. El jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, empleó esas mismas palabras el jueves y afirmó que el grupo enviará pronto una delegación a El Cairo, donde tienen lugar las negociaciones indirectas mediadas por Egipto, Catar y Estados Unidos.
La tregua sería la primera desde la que se estableció durante una semana a finales de noviembre, que permitió un canje de 105 rehenes retenidos en Gaza por 240 palestinos encarcelados en Israel. Hamas, que gobierna en Gaza desde 2007, exige un cese el fuego permanente y la retirada de las tropas isralíes, lo que Israel rechaza. El plan de tregua que Hamas está analizando incluye un cese de los combates de 40 días y otro canje de rehenes israelíes por presos palestinos, según detalles divulgados por Reino Unido esta semana.
Una veintena de palestinos muertos
Aunque se negocia una tregua, las muertes en el campo de batalla continúan. Según el último balance del Ministerio de Sanidad gazatí, el número de muertos en la Franja por la ofensiva israelí aumentó a 34.622 y a 77.867 los heridos. "La ocupación israelí cometió tres masacres contra familias en la Franja de Gaza, con 25 muertos y 51 personas heridas, durante las últimas 24 horas", informó la cartera en un breve comunicado, en el que recordó que hay numerosos cadáveres debajo de los escombros y en zonas inaccesibles para los servicios de emergencia, debido a los ataques del Ejército de Israel.
Fuentes médicas confirmaron a la agencia EFE que al menos siete personas de una familia, seis de ellos menores, murieron en uno de los ataques contra un edificio residencial cerca de la mezquita Yafar al Tayar, en Rafah. Otro edificio residencial al este de la ciudad también fue bombardeado causando civiles heridos, detalló la agencia palestina de noticias, WAFA.
Ningún conflicto causó un nivel de destrucción similar al de Gaza desde la Segunda Guerra Mundial, informó la ONU, que estimó que la reconstrucción de posguerra podría costar hasta 50 mil millones de dólares. "No hemos visto nada parecido desde 1945", dijo Abdallah al Dardari, director de la Oficina regional para los Estados árabes del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD). “Esa intensidad, en tan poco tiempo y la escala masiva de destrucción”, añadió.
Más del 70% de todas las viviendas del enclave fueron destruidas, lamentó el funcionario de la ONU, y aseguró que será necesario retirar alrededor de 37 millones de toneladas de escombros. En comparación, durante la guerra de Israel en Gaza de 2014, que duró 51 días, se retiraron alrededor de 2,4 millones de toneladas de ruinas.