El presidente del Consejo Interuniversitario Nacional y rector de la Universidad Nacional de San Luis, Victor Moriñigo, contó detalles de la reunión que tuvieron los rectores con funcionarios del gobierno nacional tras la multitudinaria marcha federal universitaria del pasado 23 de abril.
Según Moriñigo, el encuentro del día martes fue "ameno y correcto", pero no se discutió una solución para el conflicto presupuestario que aqueja a las instituciones educativas.
"Nosotros esperábamos una propuesta o un camino de salida, pero no fue así. Sólo fuimos a ser escuchados, quedamos en un impasse hasta tener algún tipo de respuesta”, reveló el titular del Consejo Interuniversitario Nacional en AM750.
A pesar de la escalada de agresión del gobierno contra la comunidad educativa y las amenazas de aplicación del protocolo antipiquete de Patricia Bullrich en los días previos a la movilización, el encuentro entre las partes se dio en un marco de cordialidad. Sin embargo y tras varios meses de discusión, la administración mileísta no llevó ninguna propuesta para destrabar el conflicto presupuestario que pone en riesgo el normal funcionamiento de las universidades y el mitín fue meramente de carácter informativo.
La impresión de Moriñigo es que el gobierno nacional tiene dos problemas. Por un lado, "un enorme prejuicio de que todo lo que hace el Estado, lo hace mal", por el otro, una deficiencia en la gestión.
"Tienen graves inconvenientes de cubrir los mandos medios para realizar las gestiones y hacer funcionar al Estado. Esas dos causas llevaron a que, después de cinco meses, estamos en el punto de partida otra vez", explicó el rector de la Universidad de San Luis.
Como la situación es apremiante -Moriñigo sostuvo que peligra la normalidad del próximo cuatrimestre de no avanzarse en una solución-, los rectores de universidades se reunirán con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, con la esperanza de lograr destrabar el envío de fondos y conseguir un cronograma de pagos que aporte previsibilidad a las instituciones.
Por otra parte y respecto de la agresividad discursiva del presidente Javier Milei con el sector, el titular del organismo que nuclea a las universidades nacionales planteó que el gobierno del autodenominado anarcocapitalista "dice distintas cosas en privado y en público".
"En público va cuidando su tribu, para la tribuna sigue mostrando el mismo enojo y violencia al que piensa distinto”, señaló Moriñigo, en Toma y daca, y reveló que en privado les piden "buenos tratos y un buen diálogo".
Además, la preocupación ya está puesta en el presupuesto del año próximo. De continuar de esta manera y si el Ejecutivo determina una base presupuestaria muy baja, las universidades tendrán el mismo problema en el 2025.
"Yo soy de la idea de que la universidad argentina no va a cerrar jamás, si no tenemos para pagar la luz vamos a tener que dar clases de día. Lo que sí creo y me parece que es lo que entendió la gente el 23 de abril, es que la calidad a la que estamos acostumbrados va a ir en desmedro del dinero que no tenemos", concluyó.