Desde sus principios de autogestión y gratuidad, el festival Otro Río se consolidó como el evento más importante para la escena independiente rosarina. En su quinta edición --que se desarrollará mañana desde las 16 en el Centro Cultural Parque de España de Sarmiento y el río--, el encuentro organizado por el sello local Polvo Bureau volverá a ratificar la fuerte impronta rosarina que también lo caracteriza: este año, serán dieciséis las bandas que se repartirán protagonismo en los tres escenarios que se montarán en el CCPE. De ese total, una decena son rosarinas.

La grilla abrirá a las 16.30, media hora después de la apertura, con la actuación del solista rosarino Bu, y continuará con las actuaciones de Prepizza, Galíndez (Santa Fe), Súper 1 Mundial (Buenos Aires), La Metamorfosis del Vampiro, Valle, Los Cristales, Automatón, El Ultimo Vecino (Barcelona, España), Glass (Buenos Aires), Médula, Un Planeta (La Plata), Pyrámides (Buenos Aires), Mi Nave, Chimo y Alto Guiso. Para Valentín Prieto, integrante del equipo Polvo Bureau, esa lista "habla a las claras de que el festival sigue teniendo una impronta local". "Creo que eso diferencia a Otro Río de festivales que se hacen en otras partes del interior del país, como Córdoba, Mar del Plata o Mendoza, donde están pasando cosas parecidas a Rosario, pero donde se prioriza a grupos de Buenos Aires", agrega el músico rosarino, y remarca: "Nosotros seguimos con una política anti head liner, que tiene que ver con no invitar nunca a una cabeza de festival, sino que los grupos rosarinos siempre abren y cierran cada escenario. Y los que vienen de afuera siguen siendo grupos que nunca han tocado en Rosario. Eso sigue siendo otra política que se mantuvo a pesar de los cambios que tuvo el festival".

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La referencia de Prieto a las modificaciones que Otro Río atravesó desde su primera edición en 2013 se relacionan con ajustes vinculados con las características de la propia escena: "Inevitablemente aprendimos a ser curadores de este festival. Los primeros tres festivales eran exclusivamente de sellos independientes, y cada sello proponía a un grupo para participar. Lo que hacíamos era una curaduría de sellos, pero desde el año pasado nos empezamos a dar cuenta que eso dejaba a muchos grupos afuera, muchos grupos de las microescenas del under de la ciudad que se quedaban afuera por no estar trabajando de esa manera colectiva. Sentimos la necesidad de expandirlo también a otras ramas, a otras maneras de organizarse y coexistir".

Con esa misma mirada, los organizadores apuntan a seguir ampliando la convocatoria a propuestas invitadas que encuentren en Otro Río la posibilidad de ser descubiertas por el público local. "Hace tiempo que estamos intentando, de manera muy inocente y con muy pocas herramientas, promover la escena de rock y pop iberoamericano --admite Prieto--. Otro Río, como festival independiente, lee mucho a experiencias como el Norma, festival de México que nos gusta un montón. Siempre estamos atentos a eso y el año pasado tuvimos la experiencia con Ases Falsos, un grupo muy conocido en Chile que está dando sus primeros pasos en Argentina, y estuvo increíble. De alguna manera esta vez redoblamos la apuesta porque El Ultimo Vecino, pese a que suelen hacer giras por Perú y México, nunca había venido a la Argentina".

En ese marco, la gratuidad de Otro Río --que suma el apoyo de CCPE, Cooperación Española, Lotería de Santa Fe y las áreas de Cultura provincial y municipal-- deriva en una convocatoria amplia, seduciendo así con una posibilidad de exposición poco frecuente para proyectos que suelen lidiar con los contratiempos propios de la escena independiente. "Una de las claves de eso es que sea gratuito, porque permite un marco de gente que está buenísimo. Durante el año producimos un montón de fechas con estas políticas de que sean grupos que nunca tocaron antes en Rosario y obviamente no funcionan tan bien como en Otro Río, porque hay que pagar una entrada, porque hay que pagar gastos, porque puede haber menos apoyo: no sabemos si el Estado nos apoyaría tanto si quisiéramos cobrar una entrada", reflexiona el organizador, que concluye: "Obviamente apostamos a generar un festival sustentable. Si buscáramos traer a una banda de renombre posiblemente tendríamos que invertir todo nuestro presupuesto en éso y no es nuestra idea. Buscamos que todos los grupos cobren, generar una especie de microclima ideal relacionado con lo que a nosotros nos gustaría que fuese Rosario, con otro contexto. En relación a todas las cosas que podríamos llegar a criticar de la escena, buscamos hacer lo contrario en esta pequeña jornada maratónica en la que se ha convertido Otro Río".