No hay dudas de que al ritmo del tambor mileista la política giró a la derecha. Muchos sostienen que “la sociedad no se derechizó” pero de alguna manera habilitó estas políticas con su voto sean cuales fueran las razones de su decisión. Es la autocrítica que deben hacer los partidos políticos a esa línea argumental ya gastada tras el estrépito del triunfo libertario. Pero frente a esa realidad hay distintas líneas de acción. El jefe de la bancada de diputados nacionales del peronismo, el rosarino Germán Martínez aseguró después de la media sanción a la Ley Bases que “en la provincia no se está defendiendo a la producción como se dice en público” y que el rumbo del gobierno nacional está arrastrando a decisiones que no eran las esperadas de parte de dirigentes como el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente de Rosario Pablo Javkin, para poner dos ejemplos relevantes.
Martínez sostiene que las consecuencias de la aprobación del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (Rigi), podrían ser nefastas en Santa Fe. Imaginó como ejemplo para que quede claro, que el magnate Elon Musk decidiera invertir 300 millones de dólares (ese es el monto para no pagar ningún impuesto y poder importar partes con arancel cero) para fabricar los autos Tesla frente a la General Motors de Alvear. La GM tiene exenciones impositivas que en su momento decidió Santa Fe para atraer su radicación y generar puestos de trabajo. Pero en este nuevo esquema la provincia no sólo no podría decidir nada sino que tendría prohibido tomar cualquier tipo de medida impositiva. Y finalmente, GM y las decenas de talleres de la zona que la abastecen no podrían soportar la competencia de quien puede importar partes extranjeras sin aranceles.
Más cortito: A diputados y diputadas santafesinos del radicalismo y del macrismo no les importó tomar este riesgo para la provincia, como tampoco la reforma laboral que lima derechos conseguidos hace décadas. Como dijo Martínez contando los votos reunidos por el oficialismo nacional “el bloque de Miguel Pichetto apoyó por cansancio. Dentro de sus 23 diputados hay muchos que tienen ganas de colaborar con el gobierno y otros que tienen posiciones ambiguas. También hay otros que rechazan las posiciones, como Mónica Fein y Esteban Paulón”, rescató el diputado peronista.
El gobernador Pullaro entró en el tira y afloje como muchos de sus pares de otras provincias. Una cuestión de necesidad. Pero una cosa es someterse a negociaciones extorsivas con un gobierno que cortó todo y después ofrece reponer migajas a cambio de un voto en el Congreso; y otra cosa distinta es bajar esos mismos lineamientos a la política doméstica.
El caso de la Caja de Jubilaciones de Santa Fe es un ejemplo claro. El presidente Milei cortó los fondos de compensación que recibía el organismo como contraprestación por no haber trasladado su caja previsional a la Nación como sí hicieron una decena de provincias. Apenas se supo de este recorte el secretario de Seguridad Social de Santa Fe, Jorge Boasso, puso el grito en el cielo y comenzó a reclamar la deuda.
Pasaron los días y no se lo escuchó más a Boasso porque la estrategia del gobierno provincial cambió y ahora quiere aprovechar la crisis para una reforma general del sistema jubilatorio santafesino que tiene un déficit estimado mensual de 23 mil millones de pesos. El tema se coló en las negociaciones paritarias con los estatales que intuyen que las reformas amenazan con llevarse puestos algunos derechos clave como es la moda del momento. Entre ellos temen perder el beneficio del 82 por ciento móvil. El tema fue parte del mensaje del gobernador a la Asamblea Legislativa el 1º de Mayo y avanza en la Cámara baja la idea de darle media sanción al proyecto que viene del Senado y ordena conformar una comisión especial para afrontar el tema. Pullaro asegura que ningún santafesino perderá derechos previsionales. Le tomarán la palabra.
Lo mismo pasó con el Fondo Nacional de Incentivo Docente que también cortó el gobierno nacional. La provincia empezó reclamando, pero después prefirió tomar nota del contexto y buscar elementos para desacreditar a los maestros frente a la sociedad a la hora de negociar los salarios y reimponer el presentismo de Carlos Reutemann y su ministro Fernando Bondesío. Aunque ahora está disfrazado de premio apunta a lo mismo: quebrar el frente gremial.
Incluso la diputada provincial y ex ministra de Educación de Miguel Lifschitz, Claudia Balagué, duda del porcentaje de ausentismo que agita el gobierno. “Nosotros teníamos un registro del 20 por ciento de ausentismo”, dijo la legisladora lo que significa diez puntos menos de lo que pone sobre la mesa el ministro José Goity. Pero también Balagué opinó que lo racional sería indagar en las razones que generan el ausentismo en la docencia en lugar de utilizarlo para sacarle fuerza a los trabajadores del sector frente a las negociaciones.
Un estudio presentado en febrero del 2020 por el especialista en salud laboral Jorge Kohen había revelado que en la provincia de Santa Fe se detectó en esa época un incremento alarmante del deterioro de la salud de docentes y asistentes escolares desde el año 2012 a diciembre del 2019. Así lo demostraban los datos obtenidos de los programas SARH y ZIPER donde se registran las licencias por enfermedad: en el año 2012 hubo 157.320 solicitudes de licencia, incrementándose al año 2019 a un total de 414.595.
Para el Investigador del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (CIUNR), "en los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri las escuelas volvieron a perder su función pedagógica formativa fundamental, para constituirse nuevamente en el espacio alimentario y de contención de los sectores empobrecidos de la población. Como consecuencia, se incrementó la carga mental y general de trabajo para docentes y asistentes escolares".
Kohen afirmaba ya en esos años que "la violencia penetró desde el 2016 aún más en la trama del proceso educativo y en la escuela, transformándose en el factor psicosocial más importante del proceso de trabajo docente y los docentes quedaron expuestos a las muy diversas formas de manifestaciones de la violencia laboral tanto colectivas como individuales". Y el resultado es "un incremento cuantitativo de las formas de desgaste psicológico y de malestar, perfil patológico del trabajador de la Educación caracterizado por las distintas variantes de fatiga crónica, burnout, depresión, trastornos osteomusculares, trastornos ginecológicos y manifestaciones patológicas de la voz" afirmaba el estudioso de la salud de los trabajadores. Como era de esperar, nunca volvieron a encargarle este trabajo al doctor Kohen.
Pero el médico e investigador fue consultado estos días por Redacción Rosario y aseguró que el problema del ausentismo docente siempre aparece en el momento de la paritaria. “Ya es de manual”, dice, y recuerda que se busca presionar a la docencia con números en tono de denuncia, “cuando está demostrado que es una de las profesiones que tiene un altísimo nivel de desgaste de la salud, y por lo tanto de ausentismo”.
En las políticas públicas de seguridad es en donde más claro queda que la gestión provincial abandonó la idea de cualquier debate ante el pragmatismo que genera la urgencia. Es más, el gobernador Pullaro lo pidió pública y expresamente: "Abandonemos cualquier discusión ideológica en este tema". Y agregó: "No tengo ningún prejuicio ideológico para darle batalla a los delincuentes". Por supuesto, lee que eso es lo que la mayoría de la gente espera.