Las inundaciones provocadas por fuertes lluvias y desbordes de ríos en el sur de Brasil acumulan un saldo de, al menos, 78 personas fallecidas, informaron este domingo las autoridades locales. En tanto, más de 115.000 personas fueron desplazadas de sus hogares y trasladadas a refugios estatales.
Sin embargo, el número de muertos podría aumentar en las próximas horas, ya que el domingo había 105 desaparecidos, frente a las 70 del día anterior, precisaron autoridades de defensa civil. También indicaron que investigan si otras cuatro muertes están relacionadas con las tormentas.
Las inundaciones destruyeron autopistas y puentes en varias zonas. Las lluvias también provocaron corrimientos de tierras y el derrumbamiento parcial de una presa en una pequeña central hidroeléctrica.
Más de 400.000 personas estaban sin electricidad el domingo por la noche, mientras que casi un tercio de la población del Estado carecía de agua potable, según las autoridades. Los rescatistas trabajan para salvaguardar a las personas que quedaron atrapadas en los techos de sus casas cuándo avanzó la inundación.
El lago Guaiba alcanzó su máximo histórico
En Porto Alegre, la capital del estado, el lago Guaiba se desbordó y alcanzó su nivel de agua más alto, reportó el servicio geológico nacional. Además, el aeropuerto internacional suspendió todos sus vuelos desde el viernes.
Según la alcaldía, el nivel del río Guaíba que divide la ciudad alcanzó el domingo los 5,30 metros, por encima del récord de 4,76 metros registrado durante unas históricas inundaciones en 1941.
Las imágenes aéreas muestran cómo el agua se apoderó en los últimos días de Porto Alegre, una urbe con muchos edificios altos y amplias avenidas, donde viven 1,4 millones de habitantes.
Lula da Silva visitó la zona de desastre
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó a Rio Grande do Sul el domingo por la mañana, junto a la mayoría de miembros de su gabinete, para trabajar junto con las autoridades locales en las tareas de rescate y reconstrucción.
"La burocracia no se interpondrá en nuestro camino, impidiéndonos recuperar la grandeza del estado", aseguró Lula en conferencia de prensa. Por su parte, el gobernador estatal Eduardo Leite puntualizó que "es un escenario de guerra y necesitará medidas de posguerra".
El gobierno federal "agilizará la entrega de todos los recursos necesarios" para la reconstrucción, prometió Lula. Para ello, declaró el "estado de calamidad pública" en 265 localidades, lo que desbloqueará la transferencia directa de fondos para la ayuda.