La guerra es un fantasma que sobrevuela todas las épocas. No importa cuáles sean las condiciones económicas, sociales, políticas o culturales ni cuán lejos hayan llegado los avances tecnológicos. Sin embargo, en términos históricos podría decirse que durante los siglos XX y XXI se condensaron numerosos conflictos de alcance mundial. Hoy se libra una guerra imperialista en Ucrania, Israel está perpetrando una guerra de exterminio en tlerritorios palestinos y se registra una proliferación de guerras civiles (asimétricas) en distintos lugares del planeta. Ya no hay mediaciones, las poblaciones quedan a merced de la violencia, se inicia un nuevo ciclo de acumulación y las democracias occidentales quedan paralizadas o actúan como cómplices.
Frente a tamaño cuadro dantesco, el sociólogo y filósofo italiano Maurizio Lazzarato (autor de Guerra o revolución y El imperialismo del dólar, entre otros) piensa la guerra civil como una máquina de producción y transformación de la subjetividad de masas y en su libro ¿Hacia una nueva guerra civil mundial? (Tinta Limón) se pregunta qué hacer bajo las condiciones que han impuesto las derechas radicalizadas.
Lazzarato sostiene en el prólogo: "La guerra imperialista y la guerra civil retornan por cuarta vez en poco más de un siglo. El capital es por naturaleza cosmopolita, tiende continuamente a expandirse más allá de las fronteras de los Estados, pero encuentra obstáculos que, en contra de lo que piensa Marx, no puede mover ni fácilmente ni sin la intervención del Estado, y con asombrosa regularidad llega la guerra imperialista para intentar resolver esta imposibilidad".
Frente a ese escenario, el autor plantea que "la ruptura, la revolución, la transformación se vuelven actuales cuando 'la imposibilidad de cambiar se convierte en imposibilidad de vivir'". El filósofo italiano sostiene que para llegar a esa ruptura se requiere una "organización política comunista", de la que, por ahora, no ve "ni rastros".