El martes se realizará en las escuelas públicas y privadas de todo el país el Operativo Aprender 2017, las pruebas impulsadas por el Ministerio de Educación de la Nación que ya se hicieron el año pasado y que fueron rechazadas por gran parte de la comunidad educativa. En diálogo con PáginaI12, los representantes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López; del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), María Laura Torre; y del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), María Lazzaro, advirtieron que no están en contra de que el Estado impulse exámenes universales para diagnosticar el estado de la educación, pero rechazan las evaluaciones Aprender porque son pruebas estandarizadas que no tienen en cuenta los diferentes contextos socioeconómicos del país y apuntan a un sistema educativo mercantilizado. Todos coincidieron, además, en que el gobierno no utilizó los resultados de 2016 para impulsar políticas públicas con el fin de mejorar la situación de la educación en el país, ni tampoco aumentó el presupuesto destinado al área.
Según indican los manuales publicados por la Secretaría de Evaluación Educativa del Ministerio, el martes se evaluará en todas las provincias a los estudiantes de 6º año del nivel primario en las áreas de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, y a los estudiantes de 5º o 6º año de los secundarios, según cada sistema jurisdiccional, en Lengua y Matemática. La novedad respecto al Operativo Aprender de 2016 es que este año se agregará una muestra de alumnos que cursan 4º grado del primario, sólo de algunas escuelas de las 24 jurisdicciones, a quienes se les tomará una prueba de producción escrita. En 2016, durante los dos días en que se realizaron, las pruebas fueron rechazadas por muchos estudiantes, docentes, padres y sindicatos: hubo escuelas que fueron tomadas por los alumnos, se organizaron marchas, el grado de ausentismo fue alto y en algunos colegios los estudiantes entregaron las pruebas en blanco como repudio.
“Se trata de una medición estandarizada antieducativa que no respeta ni a los alumnos ni a la normativa vigente. Son paquetes cerrados que venden las empresas multinacionales en todo el mundo, por lo cual no tienen en cuenta las particularidades del país”, aseguró López, y consideró que el gobierno “apunta a la educación para formar mano de obra batata para las empresas, como se vio en Capital Federal con la reforma Secundaria del Futuro”. Para el secretario general de UTE, las evaluaciones Aprender “no tienen en cuenta los diferentes contextos socioeconómicos, ni tampoco si las escuelas son excluyentes o incluyentes. Si se toma el examen a cinco chicos y todos sacan buena nota, pero el año lo arrancaron 30, el trabajo de la escuela no se está logrando, aunque los resultados darán que el rendimiento es bueno”, explicó.
López señaló que la postura del sindicato “es hacer pruebas integrales, formativas y contextualizadas. Una verdadera evaluación tiene que ser integral y tener en cuenta desde dónde arranca el chico su formación. Por eso a los alumnos se los evalúa todo el año, no sólo con una prueba”. El gremialista advirtió que el gobierno “no hizo nada para mejorar la situación de la educación a partir de los resultados del año pasado”; más bien todo lo contrario: “del año pasado a este destruyeron la paritaria docente, no construyeron escuelas, no entregaron más netbooks y bajaron el presupuesto”, afirmó.
En la misma línea, Lazzaro opinó que al ser estandarizada “la prueba no tiene en cuenta los diferentes contextos de cada región, las problemáticas sociales que existen y la realidad concreta de cada escuela”. La secretaria general de Sadop aclaró que “no estamos en contra de las evaluaciones; evaluamos a los chicos constantemente. Consideramos que las condiciones para que la educación llegue a su plenitud es crear más escuelas y mejorar la situación laboral de los docentes que hoy es precaria”. Y agregó que, “el contexto socio económico del país se nota en las aulas. Cada vez hay mas chicos que van a comer a las escuelas, y así es más difícil atender su formación”.
“El Estado tiene el deber de evaluar, pero debe hacerlo de manera integral, no con evaluaciones enlatadas”, coincidió Torres. La secretaria gremial de Suteba sostuvo que el gobierno debería elaborar estas pruebas “con la participación de los docentes y directivos, que son los que todos los días hacen la escuela”, y “tener en cuenta las particularidades de cada región del país y el estado de las escuelas”. Por otro lado, apuntó que el gobierno ya tiene los resultados de los exámenes de 2016, “pero no ha implementado ninguna política pública para mejorar la situación de la educación, ni ha aumentado el presupuesto”. “Nosotros queremos una transformación en el sistema educativo y para eso tiene que haber un presupuesto acorde. Los docentes tiene que tener concentración horaria para no trabajar como profesores taxi y tienen que haber espacios colaborativos para trabajar con otros docentes en conjunto. Si tienen que ir de un colegio al otro para conseguir un salario básico no se pueden pensar las escuelas en profundidad”, añadió. Torre señaló que “en la provincia de Buenos Aires el porcentaje del presupuesto destinado al pago de intereses de deuda es mayor que el destinado a educación”.
Informe: Juan Funes.