La media sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal hirió de muerte al monotributo social, una posibilidad que tienen más de 1,2 millones de personas del sector más desfavorecido de la sociedad de estar incluidos en el sistema económico.
“Si el Gobierno fuera coherente con lo que plantea, con este objetivo del equilibrio fiscal, tomaría otras medidas. Por ejemplo, no estaría bajando la alícuota de Bienes personales, que es lo más parecido que tenemos a un impuesto a la riqueza. Así que el Estado va a recaudar menos de ese impuesto y pretende recaudar más sobre los laburantes y los más pobres de la Argentina, algo totalmente injusto”, planteó al respecto el diputado nacional de Unión por la Patria Itai Hagman.
“En el mismo paquete de leyes donde se votaron exenciones impositivas inéditas para los grandes grupos económicos que van a invertir en la Argentina, en esa misma sesión en la cual se aprobó el blanqueo más generoso de la historia se votó quitar las exenciones que tienen 600 mil trabajadores cuentapropistas", agregó el legislador, referente del Frente Patria Grande, en diálogo con AM750.
De aprobarse la Ley Bases en el Senado, más de un millón doscientas mil personas —617.626 titulares, más 585.415 adherentes— se caería del mapa.
Borrar de la escala al monotributo social significaría la eliminación de una opción de acceso a la formalidad de la que disponen personas con muy bajos ingresos, que trabajan por su cuenta, que cada tanto necesitan emitir una factura pero que no podrían afrontar los costos de permanecer en la categoría A, que es la última. Si esa figura impositiva desaparece, un monotributista social pasaría a pagar un aumento de más del 700 por ciento: de unos 3200 pesos se iría a poco más de 26.000.
"Esto es una revancha antipopular, que además busca desarticular los niveles de organización que tiene el pueblo argentino”, finalizó Hagman.