Con los decanos y consejeros de todas las facultades ya electos, el lunes comenzarán a definirse las nuevas autoridades de la Universidad de Buenos Aires en su conjunto. Ese día se realizarán las asambleas de claustros para elegir a los profesores, graduados y alumnos que integrarán el Consejo Superior. Si bien no se esperan sorpresas y la actual mayoría, liderada por radicales y aliados, no tendrá problemas para conservar su hegemonía en los tres claustros, se planteó un escenario de tensión entre los profesores: la actual minoría –un espacio compartido por docentes de Filosofía y Letras, Ciencias Sociales, Ciencias Exactas y otras facultades– advirtió sobre maniobras destinadas a impedir la subsistencia de “una voz alternativa” en el Consejo Superior. 

El proceso de renovación de autoridades de la UBA culminará –según está previsto– el 7 de diciembre, cuando la asamblea universitaria vote al rector para el período 2018-2022: Alberto Barbieri tiene el camino más que allanado para su reelección. 

El paso previo son las tres asambleas que se harán este lunes. Allí confluirán, cada claustro por su lado, los consejeros profesores (son 104 en total), graduados (52) y estudiantes (52) de las trece facultades, para elegir a sus respectivos representantes en el Consejo Superior de la UBA: cinco bancas por cada claustro, divididas en una mayoría (de tres o cuatro bancas) y una o dos minorías (una banca, siempre que la lista alcance el 20 por ciento de los votos).

En la última década, el claustro de profesores estuvo dividido en dos. Por un lado, el bloque mayoritario, dominado por el radicalismo, más aliados peronistas y de otras fuerzas, con base en las facultades de Ciencias Económicas, Derecho, Medicina, Psicología, Veterinarias, Odontología y Agronomía, entre otras. Por otro lado, un espacio de centroizquierda, kirchneristas e independientes, con presencia fuerte entre los docentes de Sociales, Exactas y Filosofía, más minorías de otras facultades. 

Pero, ahora, desde el bloque mayoritario, profesores cercanos al peronismo conformaron su propia lista, bajo el nombre “22 de noviembre de 1949”, donde confluyen consejeros de Veterinarias, Medicina y también de Sociales y Filosofía. El radicalismo mantuvo su lista “Protagonismo e Integración” y la actual minoría, la suya, “Compromiso Universitario 18”. Con la mayoría garantizada para los consejeros radicales, la disputa se planteará en torno a la o las bancas de minoría. 

“Con mucho esfuerzo hemos sido, durante estos años, una voz alternativa en la UBA. Hemos expresado la voz de sectores sin representación en el cogobierno universitario, como los docentes del CBC, de los colegios preuniversitarios o de quienes trabajan en los hospitales”, dijo Federico Schuster, actual consejero superior por la minoría de profesores. El ex decano de Sociales advirtió que “hay una fuerte maniobra para que no podamos entrar en el consejo, con movimientos destinados a horadar los apoyos que teníamos. Nos llama la atención porque, como minoría, no cambiamos la relación de fuerzas del Consejo Superior –observó Schuster–. Tenemos un proyecto de universidad distinto al que hoy es mayoritario y que esa alternativa pueda expresarse es valioso para la UBA, para la democracia y el pluralismo. En un contexto nacional difícil para el sistema universitario, es necesario sumar consensos para defender la universidad pública”.

En el claustro de estudiantes se presentaron cuatro listas. El espacio reformista –liderado por la radical Nuevo Espacio– no tendrá problemas para retener la mayoría. Por las bancas de minoría pujarán las listas de peronistas e independientes, la izquierda y el kirchnerismo. Al menos una de ellas se quedará afuera del Consejo Superior.